Argentino de Villa María o Yrigoyen de Tío Pujio. Sólo uno de estos dos grandes protagonistas del torneo Clausura que organiza la Liga Villamariense de Fútbol podrá ser campeón esta tarde, cuando se dispute el encuentro decisivo en Plaza Ocampo.
A partir de las 18.30, el partido revancha será arbitrado por el cordobés Juan Pablo González y seguramente tendrá un buen marco de público, teniendo en cuenta que será el duelo más importante que cerrará la temporada del fútbol local.
Argentino, que sólo fue campeón doméstico en 1990, con aquél recordado equipo dirigido por Pedro Calderón (ver página 23), tiene ventaja para hoy: con sólo empatar será el campeón, ya que ganó 2 a 1 el partido de ida, disputado en Tío Pujio el pasado domingo.
En consecuencia, Yrigoyen está obligado a ganar para cambiar el rumbo de la historia y, si lo hace por más de un gol, se asegurará el título.
En su defecto, si el “diablo” de Tío Pujio vence por un gol, la vuelta olímpica se definirá desde el punto del penal, según está escrito en el reglamento del certamen.
Argentino es el último subcampeón del Apertura, luego de perder las dos finales con Colón de Arroyo Cabral, motivo por el cual hoy busca cortar la mala racha que lo persiguió en las finales (donde cayó en todas las que disputó desde el ‘90 a esta parte) y coronar un año realmente positivo, no sólo en el ámbito deportivo, sino también en el orden institucional, justo en tiempos donde culmina las obras en su nuevo estadio de fútbol.
Claro que a veces el peso de esas circunstancias no suele influir demasiado en la cancha, aunque Argentino cuenta con un estilo de jugar que amalgamó desde hace años, primero de la mano de Carlos Romero y luego de su hijo Christian, actual técnico del conjunto villamariense.
En ese aspecto, la formación que saldrá hoy a la “Placita”, se compone de mayoría de jugadores del club, entre los que se destacan el capitán, Carlos Jacobi, el volante ofensivo, Cristian Fernández, el mediocampista Gabriel Gonella y el goleador Mauro Fuente, además de los hermanos Gabriel y Germán Danna, quienes retornaron al equipo albiazul esta temporada para pelear el título.
Pero además, el equipo villamariense cuenta con tres piezas importantes: El arquero Roberto Bazzani (figura en el duelo de ida), el enganche Claudio “Pelé” Andrada (ex Alumni) y el delantero José Fernández, quien ganó el Apertura con la camiseta de Colón y hoy puede hacer doblete, convirtiéndose en una figura excluyente de la temporada.
No obstante, Yrigoyen tiene “con qué”.
De la mano de otro joven técnico como Germán Vicario (un hijo del club), el conjunto tiopujiense redobló la apuesta en este Clausura luego de hacer una opaca campaña en el Apertura, donde llegó a pelear por no descender. Y esto refleja que el “diablo” fue de menor a mayor, algo que quiere certificar también en estas finales.
“Anímicamente no nos caímos y el gol que hicimos (el descuento en la ida) nos dejó vivos, así que estamos bien”, comentó ayer Vicario, en diálogo con EL DIARIO.
La confianza del técnico tiene argumentos desde la experiencia de sus jugadores, muchos de los cuales tienen serias batallas arriba, como el goleador histórico de la Liga, Diego Marín, el volante Ignacio Negrini (campeón con Atlético Ticino), el defensor Franco Ortiz (campeón en Alem) y el “Tanque” Rodrigo Liendo (ex Alumni, Acción Juvenil de General Deheza, entre otros), quien marcó el gol de descuento en Tío Pujio y hoy arrancará desde el banco de suplentes.
Además, Yrigoyen tiene antecedentes de haber superado obstáculos para quedarse con títulos históricos, sobre todo en la década del ‘90.
Mientras, como sucede con algunos jugadores de Argentino, en el equipo tiopujiense militan jugadores jóvenes con hambre de gloria en la Liga, tal el caso del defensor Rafael Echeverría, el volante Matías Barbuio o el nuevo arquero Federico Pedernera.
Así las cosas, sólo falta que hoy comience a rodar la pelota en Plaza Ocampo, escenario que siempre guardó partidos emocionantes en el fútbol local.