Fueron los primeros niños que habitaron en los tradicionales monoblocks de la costanera. Vivieron allí los primeros años de su vida precisamente en los primeros años de las torres situadas enfrente del Balneario Municipal.
La costanera era absolutamente otra. El Polideportivo no existía, “el Anfi era precario”, recuerdan.
En 1969 se habilitaron estos edificios y ellos fueron los residentes originales, junto a sus papás. Por la red social Facebook se fueron convocando y el viernes a la noche, en el club Almagro, volvieron a verse sus rostros luego de años, muchos años sin contacto.
“Algunos no nos habíamos visto más”, indicó a EL DIARIO una de las asistentes a la emocionante cena.
Treinta personas se juntaron alrededor de la mesa y comenzaron a desfilar las anécdotas y recuerdos de aquellos años “hermosos”.
Señalaron que los habitantes de las torres consiguieron su departamento por un plan del Banco Hipotecario y en su mayoría estaban compuestos por matrimonios de personas de no más de 30 años de edad que tenían su casa por primera vez. Por lo general, familias con dos hijos.
Los días en el Central, el rancho de la Amasorcha (sobre calle Santa Fe), las chozas y las pistas de autitos que hacían los chicos, los juegos en el descampado conformaron la catarata de anécdotas del viernes por la noche, en la que también concurrió “el portero Mariani y Danilo”, un recordado vecino.
“Fue como si nunca nos hubiéramos dejado de ver, pasó el tiempo y no se perdió el afecto”, ilustró uno de los asistentes.
Entre los recuerdos se destacó el del ómnibus que se encontraba estacionado y se “movió” hasta el río o el de quienes se confundían de departamento cuando regresaban de la terraza.
Ahora, los chicos de los ‘70 organizarán una súper cena con sus padres.