|
|
|
|
|
|
|
1- El momento cúlmine se refleja en la emoción de los jugadores de Argentino y la tristeza de los de Yrigoyen. 2- Cristian Fernández celebra su gol, fundamental en la serie |
|
|
|
|
|
Escribe: Diego Pellegrini (h)
Que veinte años no son nada. La voz del sentimiento de todo el pueblo fanático de Deportivo Argentino retumba en plena Plaza Ocampo, las bombas y los fuegos artificiales se entremezclan con el grito de jugadores e hinchas.
Argentino campeón. El broche de oro llegó, la frutilla del postre se colocó. Para este club que viene trabajando de la mejor manera, el premio del campeonato.
Mejor imposible, título para la Primera División y para Reserva, un lujo que se pueden dar aquellos que realizan las cosas como deben ser, dejando de lado el fanatismo que muchas veces te lleva al camino equivocado, eligiendo la seriedad, pensando en el futuro, con Christian Romero a la cabeza.
Dentro de este marco, Argentino logró el resultado que necesitaba, empatar, y de esa manera se llevó la corona. Fue 1 a 1, ante un Hipólito Yrigoyen que vendió cara la derrota. Quizás, la serie le terminó pasando factura al equipo de Germán Vicario en aquella derrota en el partido de ida.
Porque ayer, las cosas se dieron de manera magnífica para el espectáculo, con el visitante saliendo a matar o morir, y con el local demostrando que estaba preparado para escribir su nombre en la historia grande de la Liga Villamariense.
Entonces, salió un cotejo abierto desde el minuto cero al noventa. La primera del partido fue para Argentino: Mauro Fuente madrugó a toda la defensa del visitante y, tras eludir a Federico Pedernera, remató desviado.
Yrigoyen no demoraría en responder y con tres chances netas, dejaba en claro que salía a matar o morir. A los 8’, Ignacio Negrini desbordaba por izquierda y habilitaba a Sebastián Solís, pero el volante no podía definir el gol. Al minuto, Pedro Mancilla encontraba a Matías Barbuio, pero el ex Alumni chocaba con la humanidad de Roberto Bazzani. Para completar la ráfaga de situaciones, a los 12´, Negrini remataba débil y Facundo López sacaba en la línea.
El juego era entretenido. El “diablo” se mostraba “recargado” con su juego de media cancha y el equipo de Christian Romero no le encontraba la vuelta. Ambas defensas se perfilaban endebles y la sensación era que el gol estaba al caer.
Entonces, Claudio Andrada le robó la pelota a Leandro Grosso y dejó cara a cara a Cristian Fernández con Pedernera. El ex Colón definió de zurda, pegado al palo izquierdo y colocó la apertura del marcador (19’). Cuando parecía que Argentino no encontraba el rumbo, metía un golpe de nocaut y se ponía arriba en el marcador.
A pesar que Yrigoyen hacía mejor las cosas, con la presencia de Mancilla y Grosso en el medio campo, más las apariciones de Negrini y Solís, los de Tío Pujio no podían poner el marcador a su favor.
Con el correr de los minutos, Gabriel Gonella empezó a tomar la mitad de la cancha y con la ayuda de Cristian Fernández y compañía, el cotejo se empezó a jugar como quería Argentino, por ende, la intensidad bajó.
Recién en los últimos minutos de esa primera etapa, Hipólito Yrigoyen otra vez se colocó cerca del arco defendido por Bazzani y, con tres tiros de esquinas consecutivos más un par de tiros libres, otra vez peligró el cero del local.
El complemento empezaría de la mejor manera para la visita. Minuto tres de juego, Facundo López bajó a Solís dentro del área y el juez marcó penal. Diego Marín lo cambió por gol y otra vez se armó la final.
Con 15 minutos a puro ataque, Yrigoyen arrinconó a los de barrio Santa Ana, pero no lo pudo vulnerar. Con Rodrigo Liendo en cancha, el visitante parecía estar cerca del gol, pero no lo lograba. La falta de serenidad en los dirigidos por Vicario hacía que sólo sean aproximaciones peligrosas las creadas por los de Tío Pujio.
Argentino se replegaba, le daba la pelota a su rival e intentaba encontrar con el contrataque el gol del campeonato. Pero las fallidas definiciones de los delanteros locales le terminaron dando vida a Yrigoyen.
Porque a los 14’, Cristian Fernández remató y tapó el uno, a los 27’, el recién ingresado Cortez eludió al arquero y disparó al palo, y a los 35’, otra vez Cortez eludió a Pedernera y su derechazo se fue afuera. Increíble, Argentino no lo liquidaba.
Mientras tanto, el visitante encontraba una clara luego de tanto insistir, con una media vuelta de Liendo que tapó Bazzani.
La roja a Rafael Echavarría diezmó a Yrigoyen (35’) y entonces Argentino tuvo más espacio para liquidarlo, pero Nicolás Morello le dio la pelota en las manos a Pedernera cuando todos gritaban gol.
La final se moría, otra roja voló, en este caso, para José Fernández (47’) pero Yrigoyen se quedó lentamente sin nafta para los últimos minutos.
A esa altura, el final de la historia ya estaba escrito y era con Argentino campeón.
El árbitro
Juan Pablo González tuvo un partido discreto, cometiendo pequeños errores de criterio que opacaron su actuación. Correcto en las dos expulsiones y en el penal de López a Solís.
La figura
Sebastián Solís fue lo más claro de la cancha, apareciendo siempre por la banda derecha. Le cometieron el penal y se encargó de ganar constantemente por su zona, le faltó el gol. En el local, se destacó Gabriel Gonella por su despliegue.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|