Héctor Peralta no salía de su asombro cuando la semana pasada escuchaba por Radio Centro una nota realizada al secretario de Coordinación y Desarrollo Urbano de la Municipalidad, Héctor Muñoz, en la que se refería al grupo de vecinos que tienen trámite de posesión en las tierras ubicadas frente al Híper como “usurpadores”.
“Yo no quiero pelearme con los de la Municipalidad, pero me gustaría decirles que no soy un intruso ni un usurpador”, dijo Peralta a EL DIARIO.
Acompañado por su abogado, Juan Pablo Tenedini, indicó que tanto él como otros vecinos, comenzaron con los trámites de posesión tras averiguar que esas tierras eran de una extinta Sociedad Anónima. “La firma había dejado de existir en la década del ‘20 y Peralta empezó con acciones posesorias con el objetivo de convertirse en dueño algún día a través de una usucapión”, explicó Tenedini.
Dado que se trata de un trabajador informal que “vive debajo de los límites de la pobreza”, nunca pudo construir nada, pero sueña con seguir adelante con el trámite y poder convertirse en propietario del lugar.
Actualmente, habita una vivienda prestada y como los terrenos del barrio Carlos Pellegrini fueron declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación, espera que al menos, la Municipalidad lo reconozca como poseedor “indemnizando como corresponde. En cambio, lo tratan de usurpador”, explicó el letrado.
Tenedini recordó que su cliente está inscripto en el Registro de poseedores de la Provincia desde el año 2005 y que tramita en Tribunales el reconocimiento por parte de los responsables de la expropiación. Además, tiene cuestionamientos legales que también fueron presentados ante la Justicia por supuestas irregularidades en la declaración de utilidad pública del lugar. “Se tiene que expropiar con una finalidad. En este caso no la hubo, porque si el objetivo es hacer las viviendas, con entregar los materiales o hacerlas, no haría falta expropiar”, indicó.
Por su parte, Peralta señaló que “sería feliz si ahí la Municipalidad hace una casa para mí, pero no me dieron nada y me tratan como si hubiera hecho algo ilegal”.
Cabe recordar que con el aval del Concejo Deliberante, el Estado local declaró de utilidad pública esos terrenos y se comprometió a construir viviendas sociales para los habitantes del lugar.
Dado que Peralta no vive en el barrio, no fue considerado para el plan, ni tampoco como poseedor, pese a que está inscripto en el registro.
La escasez de tierras para construir viviendas sociales o para la clase media, no es un problema exclusivo de Villa María, dado que la puja de vecinos por un lugar en el mundo trajo aparejado duros enfrentamientos durante el desalojo en Villa Soldatti, de Buenos Aires, donde fueron asesinados dos vecinos. Con el mismo nivel de violencia desalojaron a otros vecinos que habían ocupado tierras en Córdoba capital, conflicto que aún sigue abierto.