Tras hacerse pública la noticia de que debían dejar la quinta San Ignacio de Loyola, en la que el recordado Hugo Salvato realizó su obra, los boy scouts se pronunciaron a través de una carta que enviaron ayer a EL DIARIO, la que se transcribe a continuación:
“Somos dirigentes que forman parte de este grupo scout que se fundó en la quinta San Ignacio de Loyola, con el nombre de Padre Hugo Salvato, haciendo honor a quien fue el primero en traer los scouts a la zona de las dos Villas y siempre estuvo a disposición de los niños apostando a su lema ‘ayudemos a los niños que son el futuro’.
Con respecto a los últimos acontecimientos queremos aclarar algunas circunstancias.
• No es cuestión de acusar al cura párroco (N. de la R: Sergio Peralta) sino de hacerle saber a la gente que nos están sacando de un lugar sin argumentos razonables: los scouts no somos grupos religiosos que hacen actividades al aire libre; es un movimiento educativo para los jóvenes, voluntario, no político, abierto a todos sin distinción de origen, raza, confesión religiosa o capacidades especiales y tiene por fin contribuir al desarrollo de los jóvenes, ayudándoles a realizar plenamente sus posibilidades físicas, intelectuales, sociales y espirituales, como personas y como ciudadanos responsables.
• Por otra parte nosotros creemos que siempre existen diferencias cuando hay en un lugar distintos grupos trabajando juntos, y en especial si a una de las partes no le interesa conocer a la otra, pero acá no se trata de ver las diferencias de los adultos, es sólo observar que no pensaron que atrás nuestro hay 40 niños que dejaron en la calle y a NADIE le importó a la hora de decir, como dijo el cura a principio de año, ‘si fuera por mi ustedes ya no estarían aquí’. El sabrá lo que hace, nosotros ahora tenemos que pensar en volver a empezar.
• Somos casi todos católicos y cada uno participa de las misas en donde elige y se siente cómodo como corresponde. Se nos aclaró que como parte de la quinta teníamos que participar de las misas en la Parroquia San Ignacio y, aclarando otro comentario, sí le hablamos a los niños de Dios… pero no de religiones en particular. Una de las causas de esta salida es que pondrían a otro grupo de niños y jóvenes en el mismo horario y en el lugar en donde estábamos trabajando nosotros...
• Si alguien no sabe el valor sentimental que tiene la quinta para nosotros, tendría que haber estado el sábado cuando se les dijo con lágrimas en los ojos a los niños que nos teníamos que ir y verlos llorar, con la impotencia de no poder hacer nada. Ese era un lugar muy importante para toda la gente que conoció al padre Hugo y ahora está siempre vacío y desolado.
• Entendemos que el cura no quiera hablar con los medios, pero nosotros decidimos aclarar la situación porque no tenemos nada que esconder. Para el grupo ésta es la última declaración que hará sobre lo acontecido y lo único que nos importa es tener para marzo un lugar donde estos niños y adultos puedan hacer escultismo tal cual nos dejó encomendado Baden Powell, su creador, y seguir dedicando nuestras vidas a la educación de nuestros niños scouts. Siempre listos... para servir!!!”.