Fue elevada a juicio, en los Tribunales locales, la causa por maltrato de una niña ocurrida en el verano pasado en un barrio de Villa María y en la que está involucrado el padre de la menor.

El hecho

El violento episodio ocurrió a raíz de que la menor no había aprobado el último grado de la escuela primaria, por lo que el padre desató su furia sobre la nena, la golpeó y, con el consentimiento de la madre, la abandonaron durante dos días, si proporcionarle alimentos y otros cuidados.
Los hechos, que fueron denunciados ante la Policía y la Justicia, acontecieron el 26 de febrero pasado, cuando los progenitores, incluso, no le permitieron entrar a la vivienda a la pequeña, al punto que la condenaron a dormir a la intemperie en el patio de la casa.
Fueron precisamente los vecinos de la niña, que tiene un hermano menor (por entonces de 3 años), quienes condolidos por el sufrimiento de los chicos y por el estado de abandono y maltrato, trataron de socorrerlos “pasándoles” comida, a la vez que alertaron a familiares de los menores sobre lo que estaba sucediendo.
Precisamente, los abuelos maternos de los niños, enterados de lo acaecido, se hicieron cargo del asunto, al tiempo que tomó intervención el fiscal de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez, Secretaría a cargo de la doctora Puente.

A juicio

Una semana antes de cumplirse nueve meses de que se registrara la intervención de la Justicia, el caso, como resultante de la instrucción, ingresó a la Cámara del Crimen en calidad de “elevación a juicio”.
Precisamente, desde el 19 de noviembre último el máximo tribunal local cuenta con el expediente Nº 25, caratulado “Piva, Mauricio Abel - Lesiones calificadas, cuyo trámite corresponde a la Secretaría Nº 2 a cargo de la doctora Sanz.
Ante la inminencia del fin de año y la Feria Judicial que anualmente se registra durante el mes de enero, todo indica que el caso sería ventilado el próximo año mediante audiencia oral (con reserva pública), en el que estará sentado en el banquillo de los acusados el padre de la víctima, actualmente permisionario del servicio de transporte público, toda vez que se desempeña como remisero y residente en barrio Nicolás Avellaneda.

La madre

Pudo saberse, asimismo, que la Fiscalía de Instrucción habría atenuado la participación de la madre de los niños, al tener en cuenta que la mujer sufrió maltratos físicos y psicológicos por parte del irascible jefe de familia, hechos que fueron denunciados durante los años 2008 y 2009.
De esta manera, el acusado deberá afrontar la presente causa (abandono y maltrato de la menor) y, si se lo encuentra culpable, podrían sumársele precisamente otras causas que se tramitan en distintas fiscalías por “lesiones y amenazas”, en perjuicio de su esposa, y “lesiones graves culposas”, como consecuencia de un accidente automovilístico.

Terminó la escuela

Cabe consignar que la niña, que hasta 2009 había cursado en la Escuela “José Ingenieros”, sin haber podido culminar sus estudios del Nivel Primario, este año logró concluir los mismos en la Escuela “José Mármol”, mientras que su hermano cumplimentó su asistencia formal al jardín de infantes, en todos los casos con la asistencia y los cuidados de familiares que tienen la guarda de ambos, quienes recibieron también la colaboración de los vecinos que conocen la situación de los menores.

Visitas asistidas

De todas maneras, la jueza de Menores y de Familia, Cecilia Fernández, concedió a los dos progenitores de los pequeños un régimen de visitas asistidas a través del equipo técnico interdisciplinario.
El encuentro de los chicos con sus padres se registra cada 15 días, o sea dos audiencias separadas en un total de cuatro visitas mensuales, las que tienen por objeto valorar la posibilidad de que los niños regresen a su núcleo familiar.
Fuentes familiares, sin embargo, consideran que este régimen de visitas afecta la conducta de los menores, a quienes, aseguran, “nunca se les hizo una evaluación previa del estado psicoemocional”.
En este sentido, sostienen que la falta de esa valoración previa representa un privilegio para los mayores (en este caso los victimarios), sobre los derechos de los niños (es decir, las víctimas).