|
|
|
|
|
|
|
| Aldana Giordanengo fue la primera actriz en escena con su pieza “Marta la número uno” |
|
|
|
|
|
El domingo por la noche, el taller de la Escuela Municipal de Teatro estrenó su espectáculo-muestra titulado “12 Monos Logos (entrenamiento participativo)” en la sala La Llave.
Se trató de un compendio de performances planteadas como unipersonales, con alusiones estéticas al “stand up comedy” en algunos casos y en interpretaciones dramáticas al estilo “Mujeres asesinas” en otros.
Ante todo, vale reconocer el arrojo de los alumnos en elegir esta modalidad como cierre del ciclo lectivo que inevitablemente los enfrenta ante el público y hasta requiere de su interpelación improvisada.
Los estudiantes montaron en rigor once monólogos dado que el número 12, basado en el recordado prólogo sobre la infancia y la paternidad de Dady Brieva en “Midachi”, fue desarrollado en dosis por el director Walter Staüble, a modo de nexo entre interpretación a interpretación.
Otro elemento a destacar resultó la sucesión de performances, seleccionadas por el propio público a viva voz de un listado de opciones; idea inspirada en los “Menúes” del grupo local Keskesé.
Gracias a esa arbitrariedad, la velada inició con "Marta la número uno" de Aldana Giordanengo (16 años), una de las piezas destacadas por su elaboración propia, donde se encarnó la exacerbada neurosis adolescente entre amores enfermizos y desesperación.
Andrea Quinteros, miembro del elenco estable, demostró sus dotes para el drama y la comedia en “Ana no duerme” (asesina por despecho) y una exquisita encarnación de la mujer que troca encantamiento por hartazgo ante el supuesto hombre de su vida en “La pizza con huevo”.
Samuel Figueroa se consagró como el Fabio Posca local en “Te quiero como amigo", con pertinente soltura y desfachatez. Eliana Rojas demostró idoneidad para el histrionismo en "Por qué las mujeres van juntas al baño" y “Chicha se jubila” (de creación propia). "No somos nada", de la “profe” Gabriela García, aportó desenvoltura a una pieza de humor negro (Gertrudis que odia a su hermana hasta en su propia muerte) y "El último canapé" con una Carolina Ungini en versión de Lucía González (alter ego de la bloguera Carolina Aguirre) de “Ciega a citas”.
Entre los últimos se anotaron "Aristóteles PH neutro" por Ezequiel Riesco y un profundo y sentido tributo a los desaparecidos en "Nunca más (me robaron la infancia)" de Jimena Rodríguez. Por último, "Monos tecnológicos", ideado por los estudiantes en el taller, aportó una reflexión en clave humorística sobre la involución del hombre ante el avance de la ciencia. La puesta de luces y sonido estuvo a cargo de Leonardo Negro.
El próximo domingo a las 21.30 se realizará una nueva función.
Juan Ramón Seia
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|