La situación que vivencian los responsables de la Biblioteca "Luis Roberto Altamira" de Villa Nueva puede generar, según donde se la observe, sonrisas, indignación o preocupación.
Es que desde ese espacio público, desde hace varias semanas, deben convivir con un dilema que atenta contra la salud de todos los que eligen la biblioteca para participar de actividades culturales.
"Hemos tenido un problema con una paloma que empolló y crió sus crías en las salas de la biblioteca (donde se brinda apoyo escolar a alumnos primarios), contaminando con hita o piojillos el lugar", indicó la presidenta de la Comisión Directiva, Irma de Zalazar.
"Con la premura del caso le pedí a la señora Sandra Bossa que mandase alguien a fumigar, teniendo en cuenta que luego de esta actividad se debe cerrar por tres días", comentó Zalazar.
"Cerca del mediodía, apareció un señor (agente comunal) no muy educado por el trato que recibimos, diciendo que no podía fumigar hasta la semana próxima, porque a un compañero le había hecho mal y a él le dolían los riñones", relató.
"Yo me pregunto: ¿con más de 300 empleados existentes en la Municipalidad de Villa Nueva, no hay otra persona que pueda solucionar el problema, o es que son todos caciques?", resaltó la presidenta del ente cultural.
"Todavía no han venido a limpiar, siento vergüenza ajena", reflexionó la titular de la Comisión Directiva.
"En otras oportunidades, en las salas hemos fumigado, tanto por los niños y el personal, aunque yo he quedado muy mal de los bronquios", recordó.
"Trabajamos para la comunidad, venimos con lluvias, fríos, con los riñones maltrechos y los ovarios bien puestos para atender de la mejor forma posible a nuestra gente", también dijo.
"En el momento que se jubilen estos señores ¿quién va a solucionar cualquier problema que haya? ¿Quién desinfectará? Realmente me da pena por nuestra Villa Nueva", subrayó Zalazar.
"Qué pocas ganas de trabajar y qué falta de respeto, ya sea por ellos y los que los rodeamos", concluyó.