Señor director:
Tengo el agrado de dirigirme a Ud. con objeto de hacer público el más enérgico reclamo en relación con la protección del ecosistema de nuestro querido río Ctalamochita.
Tengo 56 años de edad y, echando mano a un lenguaje arraigado en mi práctica habitual de la pesca desde niño, bien podría decir que tengo que echar las redes muy hondo en mis recuerdos para evocar el río con que Dios bendijo estas tierras.
¿Alguien recuerda el caudal natural que tenía allá por los años ´60 ó ´70?... aproximadamente tres metros más de lo que tiene ahora.
Que algún habitante memorioso me desmienta si no es cierto que, cuando bajábamos desde la costanera para disfrutar de sus aguas ante el calor del verano percibíamos, junto con el vigoroso olor de la hierba, también el olor a pescado, literalmente, tal era la fauna ictícola que había por aquel entonces.
¿Enumero? Dorados, sábalos, bogas, bagres, patíes, tarariras, palometas, morenas, anguilas, mojarras, sardinas, cuya abundancia y tamaño hacían las delicias de cualquier aficionado a la pesca.
Garzas, patos silvestres, biguás, nutrias, tortugas de agua, comadrejas, llenaban la costa de una febril actividad que transformaba el río en un lugar casi paradisíaco.
Y lo más hermoso que recuerdo de aquellos tiempos. El río estaba limpio. No arrojábamos por entonces la basura clandestinamente desde autos caros en mitad de la noche por cualquier lugar de la costa.
Ya sé que nadie me va a devolver el río que amé, sigo amando y hubiese querido dejarle, intacto, a mis hijos para que lo disfruten como yo lo pude disfrutar.
Primero fue Embalse. No niego la importancia de tal infraestructura para solucionar otros problemas. Pero desde entonces el caudal del río se redujo a la mitad.
Luego fue Piedras Moras. Y nos quedó entonces la mitad de la mitad. No sería desatinado recalificar hoy nuestro río adjudicándole la categoría de arroyo.
Sabido es que los peces (al menos la mayoría de las especies) remontan los ríos para desovar. Y también en esto nos hemos ingeniado para hacer el mayor daño posible. Hablo de los balnearios que llamamos, pomposamente, "azud nivelador". Nada más dañino para la libre circulación de los peces que un sistema de compuertas manejado con absoluta torpeza y desconocimiento del impacto ambiental que puede generar.
En nuestra ciudad, por ejemplo, al cerrarse las compuertas y dejar que el agua pase por el vertedero, nada costaba dejar un lugar donde la caída sea escalonada, para que los peces puedan remontar el río. Pero fuimos más lejos aún. El año pasado casi puntualmente cada semana, se abrieron las compuertas cada lunes o martes, para volver a cerrarlas cada viernes. Los pocos peces que consiguieron llegar a esta zona para desovar nunca supieron que el hombre, desaprensivamente, arrastró y tapó con barro cada puesta de huevecillos. Pregunten a cualquier pescador si, por estos días, han podido pescar algo que pueda semejarse a los años anteriores.
El azud nivelador de Bell Ville, sumado al de San Marcos Sud (más alto todavía), completan un circuito de obstáculos insalvables para los peces.
¿Alguien piensa hacer algo? Cuando escucho que hay campañas como la de sembrar dorados para repoblar estas aguas, me doy cuenta de que no sólo se está buscando un paliativo insuficiente, sino que además produce más daño todavía. ¿Sembrar dorados ?, ¿una especie depredadora?, en fin... son criterios. Yo sólo opino que ni idea tienen de cómo manejar esto.
Ahora están construyendo un puente en el balneario municipal. Quiero ver si cuando tal obra esté terminada se tuvo la determinación de dejar el cauce limpio, por que el material volcado sobre el río para hacer el terraplén dudo mucho que sea retirado cuando el puente esté terminado.
Podría decir mucho más. Pero me siento como la voz de aquel que predicaba en el desierto. Lo menos que podía hacer es tratar de que alguien tome cartas en el asunto, y si no sabe, pregunte, hay mucho que se puede hacer para revertir en parte el daño causado. La buena noticia, acaso la única, es que todavía estamos a tiempo.
Es todo. Muchísimas gracias por permitirme expresar mi parecer.
Le saluda atte.

Gustavo A. González
DNI 11257801