Un show ajustado, con dosis generosas de buen rock-canción clásico y texturas melódicas, brindó el grupo Nonabonda el viernes por la noche en el auditorio Sobral.
La formación, liderada por el vocalista, guitarrista y letrista local Agustín Vodanovic, otorgaba su primera presentación en la ciudad con esa denominación, dado que Nonabonda resulta como criatura decantada de sendas agrupaciones anteriores: La Flaca (que ha estado actuando en el Costanera Rock y que editara el EP "Natural") y de Philomena Rock.
Vodanovic, radicado en Córdoba, se alió junto al baterista Joaquín Muñoz -quien lo acompaña desde La Flaca, al villamariense Gonzalo Rodríguez (guitarra acústica y armónicas) -que se sumara para la segunda experiencia grupal- y los cordobeses Federico Labanti (teclados) y Renzo Morel (bajo), para energizar un proyecto de marcadas pretensiones artísticas y profesionales.
Planeos agradables de guitarras en combustión, una sólida base de batería y bajo marcando la marcha sonora, unas teclas que le dan el toque pop a la cuestión, una armónica destinada a las baladas y el virtuosismo sobre las seis cuerdas de Vodanovic -que en voz apunta a tonos graves y “guarros”- redondearon la propuesta arriba del escenario. Iluminados con íconos de colores en rotación, la banda interpretó temas del primer disco de esta etapa -a punto de publicarse- "Tres años de silencio", como "Falsa realidad" (dedicado a los veteranos de la guerra de Malvinas), la melódica "Sin motivo", "Un día más" (con frescura al estilo Estelares) y "Mil vueltas" (con el productor del álbum Cacho Aiello en guitarra). De la producción anterior rescataron temas como "Basta", muy aplaudido por el público que ocupó más de la mitad de sala. Asimismo, la formación que contó con dos vientos comandados por Sergio Alonso, regaló covers como "Demoliendo hoteles".
Juan Ramón Seia