Sin lugar a dudas, la auténtica noticia fue su absolución, sencillamente porque es la primera vez en sus casi cuatro décadas de trayectoria delictiva, que la Justicia lo declara inocente de culpa y cargo.
Miguel Román Unanue, más conocido como “Vasco”, recuperó ayer la libertad luego de permanecer detenido 408 días por un robo que, curiosamente, no había cometido.
Sospechado de haber participado en un asalto a mano armada a una carnicería local, Unanue debió sentarse por enésima vez en el banquillo de los acusados, del que siempre se levantó esposado y con penas de prisión efectiva sobre sus espaldas.
Pero en la víspera, el “Vasco” salió caminando de Tribunales sin custodia y con las manos llenas de libertad.

Doce condenas

Es que entre 1971, cuando recibió su primera condena, y marzo de 2005, la última, este reincidente convicto villamariense fue castigado legalmente en 12 oportunidades, en todos los casos por haber cometido delitos contra la propiedad.
Ironías del destino, en la que parecía ser su 13ra. condena, el número de la “yeta” terminó siendo el de la buena suerte, si es que a esta altura de los acontecimientos puede decirse que el “Vasco” sea un tipo aventurado.
Lo cierto es que con esta absolución, Unanue rompió aquel triste récord que ostentaba, y en ello mucho tuvo que ver su abogado defensor, Antonio Alarcos, el mismo letrado que tras la última sentencia lo salvó de pasar un largo tiempo en prisión.

Pudo ser peor

Ocurre que en 2005 recibió una pena de tres años y seis meses de prisión por “tentativa de robo calificado” por uso de arma, “encubrimiento”, “resistencia a la autoridad” y “lesiones leves”, pero como se trataba de su enésima condena, le aplicaron en forma efectiva la accesoria legal descripta por el artículo 52 del Código Penal de la Nación, que prevé la reclusión por tiempo indeterminado.
De esa manera, Unanue debía cumplir 13 años y medio “a la sombra”. Sin embargo, Alarcos interpuso un recurso de revisión del fallo y el Tribunal Superior de Justicia declaró por primera vez en la provincia la inconstitucionalidad del polémico artículo 52.
El “Vasco” recuperó la libertad en noviembre de 2007, pero en marzo del año siguiente fue nuevamente detenido, esta vez por tenencia de cocaína.
Estuvo en la cárcel ocho meses, ya que en noviembre de ese mismo 2008 la Justicia Federal lo sobreseyó y ordenó su libertad.
Curiosamente, el 9 de noviembre de 2009 fue apresado por última vez, en esa oportunidad por el asalto a la Carnicería Callegaris, ubicada en bulevar Sarmiento y 9 de Julio, hecho por el que ayer fue absuelto.
Al ser detenido por la Policía en su casa de Comercio 1539, en Villa Nueva, también le secuestraron dos envoltorios con picadura de marihuana (alrededor de 12 gramos), por lo que paralelamente al proceso que se le inició por el robo, en el Juzgado Federal villamariense se tramitó una causa por infracción a la denominada “ley de drogas”.
A mediados de 2010, el propio juez Mario Garzón dictó el sobreseimiento de Unanue, quien continuó detenido a la espera de ser juzgado por el asalto a la carnicería.

El nuevo juicio

El proceso oral y público se inició el pasado lunes, jornada en la que los propietarios del negocio y uno de los empleados declararon en la Cámara del Crimen. Y tanto en la sala de audiencias como durante la instrucción de la causa, ninguno de los testigos presenciales del audaz atraco reconoció al “Vasco” como uno de los sujetos que ingresaron al local empuñando armas de fuego.
A la media docena de testigos que declararon el lunes, ayer se sumaron otros seis, entre los cuales había una mujer que vio huir a uno de los delincuentes, aunque ella tampoco reconoció a Unanue.
Una vez agotada la recepción de testimonios, se incorporó el resto de la prueba por lectura y de inmediato formularon sus alegatos el fiscal de Cámara subrogante, Horacio Vázquez, y el abogado Alarcos.
El propio acusador público solicitó la absolución de Unanue por entender que los elementos de prueba colectados en el expediente no permitían sostener la hipótesis de culpabilidad del reincidente presidiario.
A su turno, el defensor adhirió al pedido absolutorio del fiscal, aunque hizo especial hincapié en la “total inocencia” de su cliente y cuestionó severamente la instrucción judicial de la causa, tarea que se desarrolló en la Fiscalía del Primer Turno, a cargo de Félix Martínez.
Minutos antes de las 13, la camarista Silvia Saslavsky de Camandone ordenó la inmediata libertad de Unanue al darse lectura a la parte resolutiva de la sentencia que lo declaraba absuelto de culpa y cargo.

Toda una vida delinquiendo

Miguel Unanue nació en Villa María el 18 de noviembre de 1952 y fue condenado por primera vez en 1971, recibiendo la declaración de primera reincidencia en octubre de 1980.
Durante los años ‘90 debió sentarse varias veces en el banquillo de los acusados, hasta que en marzo de 1998 fue condenado a seis años de cárcel, se lo declaró nuevamente reincidente y se aplicó la accesoria del artículo 52, aunque en suspenso.
Entre 1998 y 2005 recibió otras tres condenas, y la última fue aquella en la que le impusieron en forma efectiva la reclusión por tiempo indeterminado, fallo que luego fue declarado inconstitucional.