Eduardo Rovaina es uno de los difusores y comunicadores más activos de la Iglesia Evangélica de calle General Paz 280. Integra desde hace varios años el equipo del programa radial “Junto a Jesús”, que se emite por AM 930 Radio Villa María, que encabeza el reconocido pastor Luis Pérez Seggiaro, junto a otros.
Sabiendo de su compromiso de fe y el vínculo con los medios de comunicación, EL DIARIO le consultó sobre la festividad mayor del cristianismo y su apertura ecuménica y universal. El diálogo también giró sobre si la transmisión de valores perdura aún en la actualidad ante la demanda inmediata de resultados diarios y la dinámica cotidiana que no tiene descansos para hacer un alto en el camino de la vida.
¿Se ha perdido la noción de lo que se celebra realmente el 24 de diciembre?
-Sí, creo que hemos perdido a causa de muchas cosas que nos han metido en la Navidad. Desde el arbolito, el Papá Noel, hasta los regalos. El pesebre se ha ido quedando chiquito, como escondido debajo del árbol en el mejor de los casos, porque a veces ni existe. Entonces considero que es hora de volver a retomar lo que realmente es la Navidad. Este Dios que es hombre, que llega a nosotros en una forma muy simple como la de un bebé, pero con gran amor por toda la Humanidad.”
Son muchos los que para esta fiesta no tienen ni pan dulce ni regalos y hasta carecen de seres queridos cercanos. ¿Cómo se hace para celebrar el nacimiento de Cristo, como cristianos?
-Opino que debemos poder repensar la Navidad, como tantas otras cosas que como sociedad hemos perdido. El hombre en esta sociedad vale por lo que tiene, vale por lo que puede adquirir. Me parece que la idea de Dios debe ser otra. El hombre vale porque es imagen de Dios, porque fue creado por él y eso ya le da un valor que lo llena de derechos, llámense humanos, a la salud, a una vida digna.
Rovaina también dijo: "Entonces poder recordar que Dios sigue estando presente en la historia, que Dios no se olvida de quién está necesitado y que esta Navidad puede ser una forma de acercamiento a Dios, a vivir en paz, en serio".
"La vida no es simple, no es fácil, pero si uno está acompañado de la fe, las cosas se vislumbran de otra forma, se perciben con esperanza y pueden modificarse a pesar de todo", concluyó el evangélico.