Escribe Pepo Garay
Especial para EL DIARIO
Vuelven las vestimentas típicas, el bombo y la guitarra. Vuelven los festivales de folclore, eventos que hacen a nuestra idiosincrasia y que, como cada verano, dominan las calurosas noches cordobesas. El nuestro, el de Villa María, llegará a mediados de febrero. Pero antes, Jesús María y Cosquín se roban todas las miradas. Bien vale recorrer estas modestas ciudades que tanto tienen que ofrecer al viajero. Más aún en épocas donde la música y la cultura autóctona armonizarán visuales y momentos de placer.
Jesús María
En el norte cordobés, el Festival Nacional e Internacional de Doma y Folclore le gana de mano a todos y despunta enero el viernes 7. Calles alborotadas de alegría cobijarán lo que suceda adentro, en el Anfiteatro José Hernández. Entre los artistas citados para este año, destacan figuras de la talla de Jairo, El Chaqueño Palavecino, Luciano Pereyra, Soledad, Abel Pintos, Peteco Carabajal, Facundo Toro, Los Guaraníes y Los Cantores del Alba, entre muchos otros. El cierre, pautado para el lunes 17, será a todo cuarteto: el Negro Videla, Fernando Bladys, el Toro Quevedo y La Barra, los invitados de honor. Las entradas, todas populares, promedian los $30 por noche. Naturalmente, la doma tendrá su espacio de privilegio. Acción, destreza y colorido reunidos en una prueba fascinante. Jinetes de todas las provincias del país y naciones vecinas, demuestran su bravura al montar estos potros infernales, brindando un espectáculo deportivo y cultural de notable calidad.
Pero para cuando las estrellas se alejan, dando paso al sol y su imperio, Jesús María y la región también cuentan con actividades para el regocijo del visitante. Lo más loado son las estancias jesuíticas. Patrimonio de la Humanidad que en esta zona dejó tres importantes baluartes: la estancia de Jesús María, la de la vecina Colonia Caroya y la más grande y trascendental de Córdoba, la Santa Catalina, distante unos 20 kilómetros. Palacios plagados de historia y majestuosa arquitectura, que vale la pena conocer. Si la búsqueda anda más asociada a espacios naturales, los ríos y arroyos de la zona de Ascochinga (también a 20 kilómetros) y las Sierras Chicas, serán una adecuada elección.
Cosquín
Por su parte, la 51º edición del Festival de Cosquín (del 21 al 30 de enero), contará con la presencia de alrededor de 180 artistas diferentes. Una programación aún más completa que la de Jesús María, ya que a las figuras de aquel evento, se le agregan otras estrellas del folclore y la música popular, como León Gieco, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Antonio Tarragó Ros, Jorge Rojas y Los Nocheros. Debido a la gran cantidad de figuras, los organizadores debieron sumarle una nueva luna a las nueve que caracterizaron al festival a lo largo de su historia. No faltarán los homenajes (sobresale el que se le realizará a Alfredo Zitarroza) ni las delegaciones internacionales.
Claro que no sólo de folclore vive el hombre. Por eso quienes se acerquen a los alrededores de la plaza Próspero Molina, podrán disfrutar a su vez de los bellos paisajes serranos que regala este hermoso sector del Valle de Punilla. Varias playas discurren a la vera de los ríos San Francisco y Yuspe, por lo que las opciones son múltiples. Uranga, La toma, Santa Teresita o Piedras Azules son apenas algunas de ellas. Balnearios engalanados por la figura de los cerros circundantes, como el célebre Pan de Azúcar.
Entre la noche y el día
Noches de música, fiesta y tradiciones. Días de playa y actividades culturales. Los festivales veraniegos vienen con muy buenas ideas bajo el brazo.
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