La noche de Navidad no tuvo como en años anteriores, un lugar megaconvocante, la gente se distribuyó proporcionalmente en varios lugares, por características de edad y status societario. La novedad la dio Garden Disco, un espacio nuevo, en que nadie podía prever qué podría ocurrir: la gente respondío, desbordando el lugar.

El brindis con la familia y la recorrida por los amigos, hizo que las calles de la Villa estuvieran vacías cerca de las dos de la madrugada. Después de ese horario no se observó un conflictivo flujo de tránsito. Al parecer, los jóvenes ya tenían su destino elegido.
Superclub. Con Lito Quinteros, repitió la atracción de sus fans, que uno a uno fueron poblando el local bailable, con edades desde los 30 para arriba.
Quinoto. Cerca de las tres de la madrugada, los primeros "quinotitos", estaban en la puerta del boliche de barrio Golf para no perderse la entrada. Cuatro pistas, amplias barras y una interesante guardia para brindar seguridad, con personal apostado dedicados a acomodar los vehículos recién llegados, quienes cerca de las 5 de la madrugada, habían colmado el lugar. Monet Fet. Volviendo por la ruta 2, el salón de fiestas esperaba lo que hasta ese momento no llegaba.

Luces en el cielo

El ruido y las luces en el cielo se entrecruzaban entre Garden Disco y Aruba Summer, pero nos llegamos hasta el local de la costa villanovense. A full dentro de la carpa y el salón, con una cola impresionante en el acceso, para llenar el patio de las palmeras. Aruba Summer. La particularidad que muestra y consolida está en sus habitués de jóvenes edades y refleja a un sector que ha encontrado su lugar.
Ciro. Cercanas las 4 de la madrugada, la cola para entrar llegaba al puente Alberdi. Adentro estaba abarrotado y levantaron las manos para saludar al papparazzi de EL DIARIO en la fotografía.
Deep. Por esas horas, unos pocos se habían llegado, aunque se aguardaba mayor afluencia para más tarde.
Greystone. El trayecto bolichero se ampliaba en la noche navideña hasta las inmediaciones de Tío Pujio (exagerando un poco). Sin lugar a dudas el castillo de ruta 9, fue la mejor puesta en escena de todas, con amplios estacionamientos, en el patio se cruzaban columnas y vigas con bolas brillantes a montones, luces inteligentes. El cronista llegó justo al espectáculo de los fuegos artificiales, antes que el día asomara.
Garden Disco. El predio sobre avenida Savio al 4000 (casi ruta 2), tuvo un buen debut. Cuadras y cuadras de automóviles aparcados a la vera de la calzada, daban cuenta, que el estacionamiento previsto para mil vehículos, se había desbordado. Adentro no se podía caminar, las barras no daban abasto, mucha fiesta de la mano de Dj Wally, en un escenario montado a tal fin y torres de luces para acompañar y entremezclarse con las primeras luces del día.