Cada vez que las fiestas de fin de año se avecinan, grupos de vecinos en distintos barrios se aprestan a la organización de cenas que tienen como principal escenario las calles.
La costumbre que se ha perdido en muchos sectores de la ciudad, sigue manteniéndose con fuerza en otros.
Como ejemplos de este tipo de actividad vale citar lo que aconteció en los barrios Ameghino y Güemes.
Allí, y aunque con distintas modalidades, los frentistas se sentaron a la misma mesa, compartiendo un espacio que tal vez en el año quede relegado por las urgencias cotidianas.
"El miércoles 22 por la noche los vecinos de la calle Parajón Ortiz entre Buenos Aires y Santa Fe, del barrio Ameghino, se reunieron para festejar el fin de año", destacó la vecina Cristina Fassi.
"Con una cena a la canasta y en un clima de camaradería participaron de la reunión algo más de cincuenta personas", informó Cristina antes de rematar: "Un ejemplo que sería bueno imitar".
Por su parte y con la presencia de artistas folclóricos, danzas árabes y un pesebre viviente, los vecinos del Güemes además de despedir en grande 2010, se ocuparon de destacar a habitantes del sector que colaboraron en el progreso barrial.
El evento (organizado en conjunto con una iglesia evangélica) tuvo lugar sobre el asfalto de calle Jujuy entre Colombia y Müller y concurrieron más de 350 personas.
Al referirse sobre la iniciativa llevada a cabo, algunos de los organizadores del encuentro manifestaron que el mismo perseguía como principal objetivo la inclusión social.
Seguramente, desde el otro lado de la ciudad, los hacedores de la otra cena vecinal se habrán trazado el mismo objetivo.
“Estar juntos, trabajar en pos de un objetivo y encontrarse con tu vecino en otro contexto, más distendido y ameno, es un factor muy importante en este tipo de organizaciones”, coincidieron en marcar los vecinos consultados por EL DIARIO.
“El éxito o el fracaso de la fiesta no pasa por medir cuánta gente vino o no. Ya ganamos organizándonos y encontrándonos para desearle el mejor año a todos aquellos que viven en torno a nuestros hogares”, concluyeron.