Durante la jornada de ayer, fue presentado el Anuario del Taller de Comunicación para la inclusión que un grupo de estudiantes y egresados de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Villa María desarrollaron junto a internos del Establecimiento Penitenciario Nº 5.
La "experiencia de comunicación e inclusión" publicada en formato de revista, que lleva como título "Rompiendo fronteras", presenta en su interior producciones literarias elaboradas por los participantes del proyecto.
"El derecho a la expresión es vital para todas las personas pero, para aquellos que están presos, lo es aún más. En el concierto de voces que circulan por la sociedad están faltando las suyas. Y con ellas, sus experiencias, sus relatos sus biografías, sus opiniones, sus identidades. Esta publicación es un modo concreto de recuperar su palabra y hacerla pública para enriquecerla y enriquecernos", prologa la coordinadora de la actividad, licenciada Claudia Ceballos.
"Del taller participan los detenidos que estudian el nivel medio y carreras terciarias y universitarias de diferentes edades y trayectorias de vida y con mucho interés por aprender y expresarse", subraya Ceballos en la presentación.
"La antropóloga Rita Segato asegura que los privados de la libertad poseen una memoria y saberes específicos que al ser relatados podrían adquirir un carácter liberador. En esa línea de trabajo, nuestra intervención busca expandir los círculos habituales de comunicación, recuperar la palabra de los presos, habilitar una posibilidad de ser escuchados y contribuir de modo participativo a una verdadera comunicación para la inclusión", redondeó la profesional.

Clave poética

Entre los excelentes creaciones de los internos de la cárcel local, seleccionamos para compartir la elaborada por Julio Quiñónez, que lleva como título “Palabras”.
“Quiero expresarme dentro de este lugar, entre luces y tinieblas, con palabras, guiado por un camino hacia la libertad, apostando al futuro con pensamientos, porque nunca es tarde cuando hay sueños de cambios. Queriendo romper muros, fronteras. Porque somos verdaderos soñadores de sueños. Desatando todos los miedos, abriendo puertas de comunicación. Expresando sentimientos dentro del ángel o demonio que podamos ser. Vistos a través del cristal azul, pensando que hemos pasado días de oscuridad, confiados de que llegan luz, vida y libertad para que nuestra voz por fin tenga sentido, y nuestras palabras puedan entender, porque dentro nuestro hay una esmeralda azul... ¡Nuestros sentimientos!”