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Colón obtuvo un nuevo campeonato en el Apertura y realizó un recordado torneo Provincial. En la otra foto, Deportivo Argentino, que obtuvo el añorado título |
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Comandados por técnicos "de la casa", rojinegros y albiazules protagonizaron un 2010 que quedará en la historia de ambos clubes porque uno logró trascendencia a nivel provincial y prolongó sus festejos en su Liga (Colón) y, el otro, tuvo esta vez su premio a la perseverancia logrando un título histórico. Colón y su reinado En el primer semestre, Colón se llevó todo los elogios, la admiración y los aplausos. Encabezado por un técnico serio, trabajador y detallista como Leonardo Comba, el elenco cabralense, después de campeonar en el fútbol doméstico en los últimos años, redobló la apuesta y afrontó dos certámenes muy duros, arribando al capítulo final en ambos. Con un juego compacto y funciones muy bien repartidas y claras de cada uno de los protagonistas, el "rojinegro" comenzó a hilvanar una primera etapa del Provincial con certezas y muy buenas producciones. Y después, paso a paso, fue cumpliendo etapas con inteligencia y una voracidad ofensiva admirable la cual quedó evidenciada con tener al goleador del campeonato, Leandro Sandrone. Por lo que, todo los pergaminos expuestos en el campo de juego lo ubicaron entre los cuatro mejores, y protagonizó un histórico fin de semana en el "Cható", estadio cumbre de la provincia, mientras por estos lados, en los duelos de la Liga, seguía marcando diferencias sobre sus rivales, en un trajín de partidos incesante. Y tras vencer con categoría a Argentino Peñarol, arribó a la final histórica en la cual no pudo con Jorge Ross de La Carlota, que lo venció 2-0, pero la epopeya si bien no tuvo ese brillo final, ya estaba marcada a fuego en todo los corazones "rojinegros". Pero como el fútbol siempre da revancha, Colón continuó a paso arrollador en el torneo doméstico y demostró ser el mejor con creces en la final frente al Deportivo Argentino, consiguiendo entonces su sexto título en los últimos cinco años, remarcando que fue el club de la década en el fútbol villamariense. Premio meritorio Justamente, después de lo que significó caer en la final, Deportivo Argentino no se resignó y redobló la apuesta en el plano futbolístico mientras seguía construyendo su magnífico predio deportivo. Aferrado a su libreto futbolístico y a una continuidad de trabajo encabezada por Christian Romero, el Deportivo Argentino en el torneo Clausura consiguió obtener al primer mayor por el cual tanto añoró por varias temporadas, obteniendo un título sumamente justificado después de 20 años de un crecimiento absoluto desde todos los aspectos. No todo empezó bien para Argentino en el Clausura, pero a medida que el torneo se fue armando fue acrecentando su nivel, su protagonismo, a tal punto que terminó entre los de arriba en la zona de clasificación. Por lo que, hubo que empezar a jugar cara a cara, eliminó con mucha dificultad a 9 de Julio de Pasco, pero recuperó su prestigio frente a un grande como Alem, al cual eliminó con categoría. Y, en las finales frente a Hipólito Yrigoyen, demostró todo su esplendor y pese al sufrimiento típico de afrontar estás instancias, se coronó como el mejor, después de tanto tiempo de intentarlo. Más alegrías En lo que fue la última temporada de la división B después de varias años con este formato (este año el torneo de la Liga tendrá una sola categoría), hubo dos elencos que se colmaron de euforia, de felicidad, de emociones. Hablamos de San Lorenzo de Las Perdices y Unión Central, dos clubes que conocen el sabor de las mieles de los títulos, y que en 2010 que se fue volvieron a disfrutarlo, justamente con técnicos que volvieron a reflejar sus grandes atributos desde su conducción. Encabezado por un Luis Chavarría que retornaba al dirigir en nuestra Liga, el "santo" perdiceño se adueño de un muy sentido título del torneo Apertura de la divisional B con esos "chicos del pueblo" que el propio entrenador había formado desde muy pequeños. Después, en el segundo semestre, fue el turno de Unión Central, con Carlos Bonaveri en el banco de suplentes, quien volvía a dirigir en la Liga Villamariense después de algunas temporadas. "Carlitos" les mostró el camino a sus dirigidos, quienes lo tomaron con toda la responsabilidad y el sacrificio que se necesitan para que un proceso sea coronado, y vaya que lo fue, a tal punto que consiguió el título anticipadamente y de manera invicta (luego cayó en el último partido). De esta manera, el fútbol villamariense tuvo cuatro alegrías significativas, plagadas de afectos, de sentimientos, de historias, de voluntades, sacrificios y esmeros. El año 2010 quedará en la historia de muchos, de los que festejaron, de los que no, pero principalmente de todos aquellos que temporada tras temporada siguen mostrando su tenacidad por el fútbol villamariense y de la región.
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