Siguiendo con la tradición, la salida nocturna de fin de año fue mucho más numerosa. Así se pudo observar que Supper Club superó con creces la fiesta navideña, ocupando también su patio, con cómodos asientos, al borde de un centro de agua. Quinoto es marca registrada: a las tres de la mañana de 2011 tenía casi completa su capacidad con dos largas colas en las afueras. Con cuatro pistas de electrónica, rock, cuarteto y reggaeton, sólo le quedaría media hora para decir basta: localidades agotadas. Aruba Summer con su capacidad totalmente ocupada, llenaba su lugar cubierto como también su patio, mientras que la barra central no daba abasto. A las cuatro y media dio paso al show pirotécnico, comandado electrónicamente, que iluminó parte de Villa Nueva. Ciro tenía colmadas sus instalaciones, donde el calor invitaba al fernet con Coca y "la birra" tamaño familiar. Rumbo a Tío Pujio, un as de luz surcaba el cielo para indicar el castillo Greystone, que duplicó la cantidad de asistentes de Navidad: tres pistas con diferentes ritmos, prolijidad y comodidad, en un amplio sector, donde abundaban los diferentes servicios. Con las primeras luces del alba, Garden Disco agrupaba la misma cantidad de público que en Navidad, pero con instalaciones mejor acomodadas (un costado del alambrado había sido corrido unos metros), sillas y mesas en los dos costados del predio y gente que se divertía para comenzar un año con augurios. Víctor Alvez
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