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Los Fernández, de Rosario, en el CEC. En la segunda foto, los Arocena, de la provincia de Buenos Aires. Y en la tercera, la familia Galfré, que dijo que los villamarienses |
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El primer día del año la ciudad despertó temprano, cientos se empezaron a apostar a la vera del Tercero, con sus parrillitas y heladeras, para permanecer hasta no bien caiga la noche. Salimos a recorrer la costa en horas de la mañana, para visualizar algún turista y recavar su opinión, de la ciudad, de su gente y la razón de su estadía, aunque sea provisoria. Muchas personas de la región hicieron epicentro, pero pudimos recoger la opinión de gente de otras provincias. Turistas enojados Leandro López y Luis Iglesia de Avellaneda, Buenos Aires, vinieron por segunda vez a Villa María a pasar Año Nuevo y ver los fuegos artificiales, pernoctando en la casa de su amigo Diego Iglesias. Bolicheando, la caravana seguía con un asadito en el río en el sector denominado "el gaucho"; entraron con el auto por un lugar prohibido y se "ligaron" una multa. "No nos dimos cuenta, estaba la Policía Municipal y esperó que estacionemos para hacernos la multa...", contaron. A su vez, dos personas mayores de la localidad de Las Perdices se acercaron para acordar con los muchachos y decir que a ellos les ocurrió lo mismo y sentenciaron: "Esta es la última vez que venimos a villa María". Turistas felices Muchos de los villamarienses solemos ser detractores de nuestra ciudad, pero vale la pena rescatar la mirada distinta de gente de otras provincias para obtener otra visión y sacar las conclusiones. En el predio del Centro de Empleados de Comercio (CEC) se suelen afincar la mayoría de los "extranjeros" dado el amplio sector, la arboleda con su sombra, las piletas, campo deportivo y el servicio del lugar. Los Fernández son de Rosario y, año a año, vienen a la ciudad para ver los fuegos artificiales y pasar Año Nuevo en el camping del CEC. Luego, la misma rutina se repite con el Festival de Festivales en el mes de febrero. "Tienen una ciudad hermosa, limpia y la gente es muy amable", nos decían. Los Arocena, de la provincia de Buenos Aires, viajaron a la zona de Carlos Paz y de regreso hicieron un alto en la ciudad. "Es la primera vez que venimos ¡Villa María es una barbaridad! El río, la costa, la ciudad en general y la cortesía de su gente". Para sentirnos orgullosos ¿no? La familia Galfré es de Zenón Pereyra, Santa Fe. "El año pasado vinimos para acompañar a mi hijo en el "mundialito" de fútbol, nos sentimos muy cómodos y volvimos: el río, la tranquilidad y la gente muy familiera es lo mejor que tienen", afirmaron. Los Salto, de Moreno, Buenos Aires, tomaron la 9 rumbo a la provincia de Córdoba y sin destino determinado. Entraron a Villa María y les gustó, decidiendo quedarse. Haciendo las valijas, luego de ocho días en la ciudad, nos comentaban que están encantados. "Tienen un paisaje bárbaro, el río, el trato con la gente. Los fuegos artificiales en la costanera, nunca visto, realmente nos vamos renovados", indicaron.
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