La presidenta de la Asociación Verdad Real y Justicia para Todos de Villa María, Mary Amaya, recibió en su casa a Elba del Valle Pérez, la madre de Darío Sebastián Juárez, un policía que falleció a los 22 años el 24 de junio de 2006, y tras el encuentro reclamó, a través de EL DIARIO, justicia para el confuso caso.
Aquel día de junio, hace cuatro años y medio, Darío, quien prestaba servicios en esta ciudad, apareció muerto de un balazo en la cabeza en su residencia de avenida Savio al 200.
Pese a que la Justicia se inclinó a la hipotésis de que se trató de un suicidio, la progenitora del malogrado joven siempre sostuvo que fue un asesinato, a lo que ahora se le sumaron nuevos ingredientes para el desconcierto, la desidia y la polémica.
Es que en su extenso peregrinar por los pasillos de los Tribunales, consiguió que la jueza de Control ordenara la exhumación del cuerpo de Juárez, para realizarle una nueva autopsia que permita despejar las dudas que envuelven el terrible suceso.
“Abrimos el cajón de mi hijo y nos encontramos conque habían desaparecido los huesos temporales y parte del cráneo, exactamente los fragmentos que necesitamos para la autopsia”, le reveló Elba a Amaya en su reciente encuentro, que Mary comentó a este matutino.
Según el cuadro que determinó el fiscal de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez, la vida de Juárez se apagó al utilizar un arma “Astra” calibre 9 milímetros.
En aquella luctuosa madrugada del 24 de junio de 2006, la novia de Darío, María Juliana Perassi, le informó a la Policía que el joven se había pegado un tiro.
El informe médico policial precisó que el ingreso de la bala fue “con orificio de entrada en la región témporo parietal izquierda y salida en región derecha”, pero 40 días después, al momento de realizársele la autopsia, se apuntó que “la causa eficiente de la muerte se debió a un disparo de arma de fuego, a corta distancia, que produjo el estallido del cráneo, con orificio de ingreso del proyectil por el temporal derecho y orificio de salida a nivel de parietal izquierdo”, en contraposición a aquel primer informe.
Para Martínez no hay dudas de que fue un suicidio y le dio crédito a la autopsia y no al primer informe policial; pero la madre de Juárez no cesó en su postura. Presentó un informe de un perito particular en el que se plantearon contradicciones, omisiones y falencias científicas que demandaban un esclarecimiento del suceso, lo que derivó en la intervención de la jueza de Control Edith Lezama, quien ordenó reabrir la causa que el fiscal archivó en abril de 2010.
Fue a fines de julio, momento en que la magistrada dispuso la exhumación del cadáver para esclarecer el caso.
Ante la orden de la jueza, se retiraron los huesos del joven del cementerio parque de Villa del Rosario, de donde era oriundo, circunstancia que reveló una situación insólita: no estaban los huesos necesarios para el estudio que permita echar luz al polémico y triste caso.
La Justicia indicó que el cajón se había desfondado y que esa es la razón de la desaparición de fragmentos del cuerpo.


“Es un caso más en que se presentan cosas misteriosas”

La presidenta de la Asociación Civil Verdad Real y Justicia para Todos, Mary Amaya, señaló que el caso de Darío Juárez es “uno más en que se presentan cosas misteriosas que llevan a que no se pueda comprobar la verdad real del suceso”.
Amaya, la líder de la entidad que lucha por el esclarecimiento de diversos crímenes impunes y casos dudosos registrados en Villa María, Villa Nueva y la zona, recibió a EL DIARIO tras reunirse con la madre del joven policía y reclamó justicia para la familia.
“Nosotros siempre hemos apoyado a Elba; es la lucha en la que estamos comprometidos”, subrayó la docente jubilada.
“La seguiremos acompañando en sus reclamos”, advirtió.
“Las madres siempre tenemos intuiciones que las dicta el corazón y que pueden tener cierta veracidad. La Justicia no debiera nunca hacer oídos sordos a una mamá”, sostuvo Amaya en alusión a la sostenida posición de Elba del Valle Pérez, quien siempre descreyó que su hijo se hubiese suicidado, tal como lo manifestó a EL DIARIO en diversas ocasiones.
No obstante, Amaya remarcó que “no tenemos nada malo para decir” del fiscal Félix Martínez, a cargo de la investigación, “porque siempre nos atendió bien y ha cumplido varias acciones que nosotros le hemos solicitado, pero en este caso la mamá sostiene que no se han efectuado las cosas como correspondían”.

El único varón

Darío Sebastián Juárez era el único varón de cinco hermanos, quienes nacieron en Villa del Rosario, situada al sureste de la capital cordobesa.
Su papá, su padrino y su abuelo materno son y fueron policías, vocación que siguió el joven, quien a los 20 años ya estaba trabajando para la fuerza.
Dos años después, un balazo en la cabeza terminó con su vida y aún se desconoce si fue suicidio o asesinato.