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Regunaschi/Beccaría a bordo de la espectacular Toyota con el número 361 posaron para EL DIARIO durante una detención programada en una estación de servicio cercana a la ciudad |
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Escribe :
José Luis Martino
Una sorprendente cantidad de espectadores acompañó a la caravana del Dakar en su paso por la ciudad. Un cordón humano delimitó el camino que recorrieron los 407 vehículos de competición en su paso hacia la primera prueba especial de velocidad pura que debieron enfrentar los intrépidos aventureros.
Si bien todos generaron una atención especial, quienes mayor curiosidad suscitaron fueron los camiones con su enorme porte y su preparación para la competición.
Las motos fueron las primeras máquinas en arribar a la ciudad y uno de los candidatos a alzarse con el triunfo fue el adelantado. El chileno Francisco “Chaleco” López (Aprilia) los madrugó en su paso por Villa María, en tanto que entre los autos fue el qatarí Nasser Al- Attiyah con la potente VW Touareg quien lo hizo por delante de todos.
Sin dudas que los cuatro “Touareg”, imponentes, son los autos con mayor apoyo oficial y por ende los candidatos naturales a la victoria con el español Carlos Sáinz (último ganador) y con el propio Attiyah, aunque BMW también lanzó una ofensiva para neutralizar ese poderío con varios representantes, donde sobresale Stephane Peterhansel.
Las demás camionetas, incluso con tripulantes de jerarquía, no cuentan con herramientas tan desarrolladas como aquellos, caso Joan Romá (Nissan), Guerlain Chicherit (Mini Countryman) o Robby Gordon (Hummer).
Cuadriciclos
Entre los quads se esperó con expectativa a los más renombrados en el territorio nacional como son los hermanos Patronelli. Alejandro, el menor, fue quien lo hizo en primer término, en tanto que Marcos, ganador el año anterior, traspuso el ejido urbano sobre el final de la columna de la categoría, incluso después de los auxilios que acompañan a la dupla.
El público local, que evidenció conocer sobre esta actividad, aplaudió mayormente a estos participantes, pero acompañó con admiración a todos los protagonistas que comenzaron precisamente en territorio cordobés a desarrollar todo su potencial.
Villamarienses
A bordo de una Toyota Land Cruiser luciendo el número 361 en sus laterales pasaron raudamente por los bulevares Francisco Regunaschi/Gustavo Beccaría. En su derrotero hicieron sonar las penetrantes bocinas del auto en señal de agradecimiento por los aplausos y muestras de júbilo de los miles de villamarienses que acompañaron la travesía ciudadana.
Los atribulados deportistas hicieron una detención improvisada en el cruce de las rutas 2 y 158 donde recibieron otra ovación por parte de una numerosa barra de conocidos, fundamentalmente del navegante, quienes además le hicieron entrega de algunos elementos para la competencia que el internacional copiloto había dejado olvidado en su domicilio particular como por ejemplo un juego de prismáticos.
En la breve detención se conocieron las primeras sensaciones de los tripulantes que marcaron la rotura del aire acondicionado de la unidad en el mismo ingreso a la ciudad, incidente que los preocupó demasiado pensando en la larga travesía por los caminos serranos hasta su llegada a la asistencia en la ciudad de Córdoba.
¿Y los corredores?
Fueron miles los villamarienses que se dieron cita a lo largo de las arterias por las que atravesó la larga caravana de autos, cuadriciclos y camiones del Dakar 2011, por Villa María.
Con sombrillas, reposeras, mesitas, equipos de mates y otros aperitivos, desde muy temprano hasta las primeras horas de la tarde disfrutaron y se deleitaron con el paso de los competidores y vehículos de apoyo.
Hubo varias ovaciones, saludos correspondidos por casi la mayoría de los pilotos que dieron lugar a un inolvidable espectáculo que, más allá que fuera en un tramo de enlace, permitió a los villamarienses y a quienes se ubicaron a la vera de los bulevares por donde pasaron los vehículos del Rally Raid, vivir de cerca el paso de cada imponente vehículo.
s ¿Y el Dakar?
Para muchos, hasta la propia policía y encargados de los controles de seguridad, fue una sorpresa enterarse pasadas las 8, que las motos en lugar de ingresar por calle Raúl Borrás y luego por avenida Savio (frente a la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos), los vehículos, en particular las motos, estaban ingresando por el acceso de la autopista que desemboca en el bulevar Argentino (frente a barrio Trinitarios).
Fueron miles los que tuvieron que cambiar su lugar de observación y hasta se perdieron las primeras máquinas. No fue menos para un grupo de cerca de 30 efectivos de la Policía que miraba con rostro de asombro, como la gente, al enterarse, por los llamados de vecinos a distintas radios, que rápidamente emprendían camino para apostarse en los bulevares Argentino, Vélez Sarsfield y Colón. Otros, optaron por pararse en plena ruta, a la altura de los cruces de la 158 y la 2.
Tal fue la falta de comunicación entre los organizadores de la competencia, los encargados del paso por esta ciudad y los responsables de la seguridad, que las primeras motos que llegaron a Villa María tuvieron que frenar en cada semáforo, al no tener los controles que le cedieran el paso, cosa que fue aprovechada por varios fanáticos que saludaron a los pilotos y se sacaron cientos de fotos.
Los primeros autos llegaron cerca de las 10 de la mañana, y un solitario Marcos Patronelli ingresó a la ciudad alrededor de las 11.10, demasiado retrasado por un problema eléctrico en su cuadriciclo que lo obligó a largar 2 horas después y recibir una determinante penalización para su futuro (ver nota aparte).
Así y todo, los fanáticos sin distinción de edad ni sexo, se deleitaron con el paso de cada uno de los vehículos y muchos de ellos se quedaron con un vídeo o una foto de recuerdo.
Cuadriciclos - Patronelli penalizado
El checo Josef Machacek, con Yamaha Raptor, fue el ganador entre los cuadriciclos de la primera etapa del Rally Dakar Argentina-Chile 2011, en la que el mendocino Sebastián Halpern se ubicó en el tercer lugar.
El ganador 2010 de esta categoría, Marcos Patronelli, tuvo problemas en el regulador de su Yamaha en el enlace previo a la largada y será penalizado con dos horas, por lo que quedó muy relegado en las posiciones.
Tras 192 kilómetros cronometrados de libre velocidad, entre Alpa Corral y San Agustín, el checo Machacek empleó 2 horas 14 minutos 7 segundos, aventajando a su compatriota Matrin Plechaty (Yamaha), por 1 minuto 6 segundos.
En la tercera colocación quedó el mendocino Halpern (Yamaha) a 3 minutos 4 segundos.
Luego se ubicaron Sergio La Fuente (Uruguay), a 3m 13s; Alejandro Patronelli, a 5m 24s; Tomás Maffei a 5m 26s; Nicolás Mangiantini, a 8m 13s y Sebastián Copetti, a 9m 10s, entre los ocho primeros.
Beccaría
“Anduvo todo bien, todo tranquilo en esta primera etapa. Con algo de calor en este primer día de marcha, dado que a la camioneta se le rompió el aire acondicionado al ingresar a Villa María”, le contó a EL DIARIO el copiloto villamariense Gustavo Marcelo Beccaría.
“Fue bárbaro, impresionante, el recibimiento y el saludo de la gente que nos saludó al llegar a la ciudad; me sorprendió la cantidad de amigos y conocidos que estaban esperando en la estación de servicio del cruce de las rutas 158 y 2, donde teníamos previsto detenernos unos minutos”, comentó el compañero de Francisco Claudio Regunaschi
Minutos después de dialogar brevemente con EL DIARIO, desde la organización se les informó que marchaban en el puesto 67, a bordo de la Toyota con el número 361 con un tiempo de 3 horas 12 minutos y 15 segundos y con una diferencia de 53 minutos y 43 segundos con respecto al español Carlos Sainz.
Foto 2: La impaciente espera de algunos fanáticos a la altura de avenida Savio y ruta 2. Al final tuvieron que trasladarse a otro sector de la ciudad porque por ahí no pasaron, como estaba preestablecido en jornadas anteriores
Foto 3: Ariel Guarino en su paso por la ciudad. Participante de la versión adventure
Foto 4: Marcos Patronelli, arribando a la ciudad, casi sin saludar a la gente y bastante complicado con el andar de su cuadriciclo, además de penalizado
Foto 5: Gustavo Beccaría junto a varios amigos que lo esperaban en su detención programada. Entre ellos “Lalo” Villegas, Seppey y el “Turco” Manzur
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