De los fusilamientos de los trabajadores rurales de la Patagonia Rebelde, a los avances de hoy con un 30% de aumento y una ley como la de corresponsabilidad que permite avanzar en el blanqueo de los obreros del campo, pasó mucha agua bajo el puente y en el camino muchos dieron su vida para conseguir el panorama esperanzador de hoy.
“Todavía falta mucho porque como a todos los trabajadores, el dinero es insuficiente. Pero nosotros seguimos avanzando, recorriendo el país para acompañar a los compañeros de la Patagonia y a los del Chaco, a los de Buenos Aires y los de Mendoza”, dijo Clemente Iriarte, secretario de Cultura, Deporte y Capacitación de la conducción nacional de UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) que lidera Gerónimo Venegas.
Iriarte fue delegado en Villa María (cargo que actualmente ocupa Jorge Vázquez) y hoy está en el secretariado nacional.
“Nuestra tarea específica es avanzar en materia de capacitación con actividades que mejoren la calidad de vida de la familia rural”, explicó.
En el orden gremial, destacó los últimos logros. “El principal fue el haber conseguido un 30% de aumento, por lo que hoy el sueldo mínimo de un peón es de 1.400 pesos”, indicó.
“Uno sabe que eso no alcanza, pero fue importante el porcentaje de incremento y vamos a seguir insistiendo para recuperar el nivel salarial”, dijo.
Otro logro es que la ley impulsada por UATRE permitirá avanzar en la campaña de blanqueo de los trabajadores. Se trata de la Ley de Corresponsabilidad, por la cual, cada vez que los productores vendan cereales, deberán hacer los aportes para que los obreros tengan los beneficios sociales que les corresponden.
“Nuestro secretario General avanzó mucho con los blanqueos. Hoy, tenemos registrados en UATRE a 650 mil personas, pero todavía faltan más. Estimamos, según los datos, que faltan alrededor de un millón de registrar”, agregó el dirigente.
“Los productores y las entidades entendieron la palabra y saben que hay que registrar a sus empleados. Por eso creció tanto el número de trabajadores rurales que están encuadrados como deben”, dijo.

El conflicto

“La verdad es que nosotros padecimos mucho el conflicto entre el Gobierno y el campo, especialmente los que son conocidos como trabajadores de la bolsa, que no tienen empleo permanente”, explicó Iriarte.
“El parate hizo que muchos no tuvieran tareas y vieran peligrar su subsistencia”, agregó.
“Es por eso que nuestro gremio apostó al diálogo y al consenso, pero siempre acompañando a los productores”, dijo.
Finalmente, Iriarte saludó a todos los trabajadores rurales de la región y pidió a todos que se acerquen a las delegaciones de sus pueblos donde “van a asesorar a la familia rural en lo que hace al trabajo y a la obra social”, concluyó.