Esta nota representa la segunda parte del repaso sobre lo más destacado de 2010 sucedido en la ciudad que gobierna Guillermo Cavagnero. La primera fue publicada en la edición del miércoles 5.

• Cúpula sin poder. El año 2010 marcó una bisagra gremial. El poder de los delegados del SUOEM creció de manera impensada, de manera inversa a lo que sucedía con los popes de los sindicatos SUOEM y Sitramun, que perdieron autoridad y protagonismo entre los empleados.

• Un mega proyecto para la salud, congelado. La Clínica San Martín intentó construir un mega hospital en la ciudad, pero la sesión legislativa en la que se pretendía que se autorizara al Ejecutivo a gestionar la cesión de los derechos de las tierras al citado establecimiento privado villamariense fue un papelón.
El 11 de agosto, en un recinto del Deliberante colmado, se facultó (con el voto de los ediles oficialistas y la por entonces juecista Olga Vivas) al Ejecutivo a iniciar los trámites para vender a la clínica tierras que no estaban escrituradas, aún, a nombre del municipio.
El Gobierno dijo que sólo faltaban algunos papeles pero que tenía el boleto de compra-venta que acreditaba que las tierras ya eran del Estado.
El año concluyó sin que el trámite llegara a buen puerto: las hectáreas no están a nombre de la comuna. El proyecto se halla en un sueño profundo.

• ¿Ascenso o caída? Fue el blanco preferido de la oposición y el hombre más polémico del Gobierno. En agosto, el intendente sorprendió a todos al anunciar que Alejandro Díaz (de él hablamos) dejaba la Secretaría de Gestión, Planificación y Finanzas (que había asumido en diciembre de 2007) en manos de Sandra Bossa (hasta entonces secretaria de Gobierno), en lo que fue un enroque entre ambos funcionarios.
Lo hizo en momentos en que se calentaba el ambiente por la deuda millonaria de la comuna. Algunos leyeron el cambio como una provocación, ya que se lo ascendía a la Secretaría de Gobierno a pesar de las críticas. Otros, analizaron que se lo quitó del sillón caliente de las finanzas en el momento más crítico.

• Deuda millonaria. Continuó dando que hablar la deuda que tiene el Estado Municipal, al menos el triple de la que le había dejado en 2007 Marcelo Frossasco.
Hubo dimes y diretes, pero siempre se situó por encima de los 5 millones de pesos.

• Investigados. En el período que terminó en diciembre, los ediles abrieron comisiones que pusieron bajo la lupa el trabajo de tres funcionarios: el otrora secretario de Finanzas, Alejandro Díaz; el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Fabián Pastorak, y la jueza de Faltas Lilián Sosa. No hay conclusiones, todavía, en ninguno de los casos.
Al primero se lo investigó por el aumento de la deuda mientras administró las finanzas, a Pastorak y a Sosa, por sus acusaciones cruzadas sobre el mal desempeño de sus funciones.

• Cambios en el Gabinete. Los médicos Celeste Frías y Laureano Fraga se bajaron de la conducción del Hospital Comunitario. El doctor deslizó que no había apoyo de parte de la gestión. Llegó, para remplazarlo, el ex intendente Reinaldo Navarro y se desató la polémica por su “beca”, un sueldo disfrazado ya que por su condición de jubilado no podía cobrar.
La secretaria de Cultura, Educación, Deporte y Juventud, Marcela Unzueta, renunció en la última parte del año por razones personales. Bossa se hizo cargo también de este área, sin dejar la que ocupaba.
Por unos días, en agosto no trabajó Alicia Gorno, titular de Salud y Acción Social. Estuvo a punto de no regresar, pero retornó en silencio.

• Emanuel Mainardi. Vecino villanovense, vivió un calvario durante todo el año en su intento por volver a ser quien fue hasta el accidente que sufrió en diciembre de 2008, cuando cayó al suelo tras esquivar un lomo de burro. Su familia sigue denunciando que no lo atienden como corresponde ni el municipio ni la provincia ni la Nación.

• Un híper. En diciembre abrió sus puertas Chango más, de la cadena Walmart. Para su arribo, se modificó una ordenanza que prohibía la instalación de este tipo de emprendimientos en la zona en que se asentó, una ubicación estratégica de la ciudad. Es muy pronto para hacer una evaluación sobre el impacto causado en los comercios locales.

• Amor sin barreras. En Villa Nueva residen las dos chicas que se convirtieron en las primeras en casarse en Villa María tras la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario. Pronto tendrán una hija por inseminación artificial.

• El horror. Una madre mató, en diciembre, a sus dos hijos en su casa de barrio La Floresta. Los degolló a la madrugada y sacudió a toda una provincia. Está presa.

• Elegida. La localidad continuó siendo la elegida de la movida nocturna. Centenares de jóvenes la prefieren todos los sábados, escogiendo los boliches que supo mantener. El Gobierno reaccionó con mayor control de vehículos y de alcoholemia. En barrio Golf, los vecinos reiteraron quejas por la concentración que provoca Quinoto.

• Golpe a la trata. El Deliberante aprobó una ordenanza que contempló la prohibición de la instalación de whiskerías y cabarets, condenando a la prostitución y a la explotación. Nació de la edil radical Sandra Bailone. El municipio informó días después que en el presente no había este tipo de locales.

• Hermandad. Junto al intendente de Villa María, Eduardo Accastello, Guillermo Cavagnero anunció en noviembre un plan en conjunto en materia de tránsito, turismo y demás a ponerse en marcha desde este año, buscando beneficiar a las dos localidades “sin perder la autonomía” individual. La oposición lo leyó como un avance sobre la autonomía.

• Afuera. En diciembre, los boy scout que cumplían su rol en la quinta del padre Hugo Salvato, en barrio San Antonio, debieron retirarse por desinteligencias con el sacerdote Sergio Peralta.

• El golpe. La oposición logró trabar el intento del Ejecutivo de incrementar las tasas de servicios a la propiedad, para este año, en un 50%. Impuso su idea del 20%, con el voto de Mauro Bizzarri, presidente del órgano.

• Abandonados. En julio, la comuna detectó a abuelos en estado de abandono y desnutrición, en un geriátrico situado a pocos metros de la sede municipal.

• La sombra. La edil radical Sandra Bailone continuó ensombreciendo al Gobierno comunal, al asestarle duros golpes: su postura ante lo que consideró arbitrario o dudoso hizo tambalear y caer proyectos del Ejecutivo. Fue la legisladora que (por lejos) más propuestas presentó y la que llevó más inquietudes vecinales a la sede del recinto, demandando soluciones. Anunció en los capítulos finales del año su intención de ser intendenta.

• El crack. Franco Jara continuó su carrera de futbolista en Portugal. Su familia reside en barrio La Floresta.

D.B.