“Transformá el más ingrato de los puestos en el más apasionante”, reza el eslogan de Los Carasucias, la primera escuela dedicada exclusivamente a los arqueros de fútbol infantil de Villa María, que se pondrá en marcha hoy en el predio del Centro Empleados de Comercio.
La frase se basa en una idea elemental: entrenar con dedicación y entusiasmo a los futuros porteros de la ciudad, labor necesaria y hasta indispensable en la evolución del fútbol actual.
Las clases, a cargo del técnico Darío Cravanzola, estarán divididas en tres categorías distintas: de 6 y 7 años, de 8 a 10 y de 11 a 13. Cada una trabajará de forma diferenciada, con diferentes metodologías, de acuerdo a las edades, pero siempre sobre la base de tres pilares fundamentales: la sincronización de piernas, el trabajo neuro-muscular y la adaptación y percepción del espacio.
“Siempre me apasionó el tema de los arqueros, pero la idea surgió hace unos 10 años viendo los entrenamientos del Estudiantes del ‘Profe’ Córdoba, en La Plata. Ahí comencé a proyectar para hacer algo acá. Tras formarme durante un largo período en el tema y de recibirme como técnico el año pasado (en la escuela de la Liga Villamariense), pude darle vida al proyecto”, explicó Cravanzola, quien además reconoció que el primer ofrecimiento se lo hizo la gente del club de Baby de Barrio Industrial, donde se desempeñaba como colaborador. Sin embargo, la necesidad de llevar la escuela a un terreno “neutral”, lo hizo desembocar en el CEC.
Para el entrenador el hecho de que los jóvenes arqueros cuenten con un entrenamiento diferenciado resulta fundamental: “El objetivo es hacerle ver al ambiente del fútbol local que el entrenamiento con el arquero es algo primordial. De a poco se va a ir implementando este tipo de estructuras, ya que se manifiesta como un componente muy necesario, más cuando el chico está empezando, que es el momento clave del aprendizaje”.
Y argumentó: “Es de chiquitos cuando pueden absorber la mayor cantidad de conocimientos y actitudes adentro de la cancha. El movimiento de manos, cómo saltar, cómo levantar la pierna, la reincorporación desde el suelo, son gestos técnicos que les quedan para toda la vida”, argumentó.
En ese sentido, el nacido en La Varillas hizo hincapié en el trabajo de piernas. Desde su punto de vista, es allí donde radica la clave de todo buen arquero, lo que se exterioriza después en la flexibilidad y potencia que adquieren estos para llegar a las pelotas más difíciles. Como ejemplo de guardametas que denotan un trabajo muy bien logrado en ese campo, cita a figuras de la talla de Oscar Córdoba (“Lo mejor que vi, de un alcance y velocidad únicos. Un jugador espectacular”) y Sebastián Peratta, actual uno de Newell´s.
Por último, Cravanzola se refiere a las expectativas depositadas en este proyecto: “Son muy buenas. Venimos trabajando mucho en la elaboración del programa de entrenamiento. Creemos que va a tener una buena repercusión, no sólo entre los arqueritos del baby, sino con otros pibes que no están jugando en clubes, pero que tienen muchas condiciones”.
“Creo que es un trabajo a futuro, que luego va a marcar la diferencia cuando los pibes se prueben en equipos de afuera o en el camino para llegar a la primera de equipos de la liga local” concluyó.