Después que llegó de su Salta natal, el volante Renato Riggio se puso a disposición del cuerpo técnico que encabeza su tío Víctor y comenzó a demostrar sus cualidades en las prácticas junto al resto de sus nuevos compañeros.
De esta manera, el “Tanito”, quien tiene una extensa carrera que comenzó hace más de diez años, retornó a Córdoba (anteriormente estuvo en dos períodos en Instituto) para jugar en un Alumni que necesita de sus virtudes para aspirar a mantener la categoría.
Aunque todavía resta cerrar su vínculo con la entidad, el volante salteño se mostró muy compenetrado a lo que es la realidad de Alumni, a tal punto que habló con Sebastián Godoy y Luciano Antonino (los tuvo como compañeros en el último semestre en Gimnasia y Tiro), quienes “me hablaron muy bien del club, de la ciudad y de la gente”.
Por lo tanto, indicó que “llegó con las mejores intenciones de hacer las cosas bien y de poder aportarle lo mío al equipo. Sé que el año pasado por ahí no se arrancó de la mejor manera y después se levantó, como así también que está en una zona complicada, pero que es linda para jugarla”.
En otro punto de la charla, reconoció que conocer al entrenador fue importante para venir: “Si bien también tenía una posibilidad de irme a Venezuela, él (por el técnico) me insistió para que este acá e influyó que nos conozcamos porque ya lo tuve como técnico en dos equipos anteriores”.
“Obviamente que voy a tener una doble responsabilidad, ya que el técnico tiene el mismo apellido y es familiar. Pero acá es un tema profesional, él es el técnico, toma las decisiones y hay que respetar eso”, explicó.
Ya metido a lo que es el presente “fortinero”, el “Tanito” señaló estar “contento y con toda la ilusión. Vengo a sumar, a tratar de acompañar desde lo que pueda y dejar la vida por esta camiseta”.
“Me gustan los desafíos importantes porque, si bien Alumni mejoró, nos espera un semestre durísimo en el cual hay que salvar la categoría”, resaltó a continuación.

El equipo

Por otra parte, Riggio dio su punto de vista tras realizar la primera práctica al comentar: “Observé que hay muchos jóvenes que entrenan muy bien y eso es importante para lograr objetivos, es decir, que allá muy buena predisposición y sabiendo que estamos todos para sumar para así poder sacar la mayor cantidad de puntos y no estar tan comprometidos”.
“Con las primeras impresiones que tuve del equipo a los rivales les va a costar jugarle a Alumni, así que esperemos hacernos fuertes para lo que viene y especialmente de local”, agregó y destacó “a pesar de no ser un grande en la categoría, Alumni es un gran club y por lo que observé tiene muy buena infraestructura, en la cual se puede trabajar bien”.
Ante la consulta sobre su vuelta a la provincia luego de sus anteriores procesos en Instituto, el volante salteño comentó que “he dejado lindos recuerdos (en Instituto) pero tampoco quiero vivir de eso, sino tratar de hacer las cosas mucho mejor en Alumni y lograr los objetivos con todo el grupo”.
Mientras tanto, sobre las otras caras nuevas que tiene el plantel, Riggio sostuvo: “Tanto Luciano (de Bruno), Sergio (Zanabria) o el mismo Diego (Manicero), a quienes me tocó enfrentarlos, son grandísimos jugadores y me pone contento saber que tengo jugadores de primera al lado mío, sumado a los pibes que están desde hace años acá y que juegan muy bien”.
“Todos los equipos que están en la zona tienen jugadores de mucha experiencia. A veces se necesita eso, obviamente, pero también se necesita juventud, que físicamente estemos bien y que todos estemos muy bien preparados”, concluyó.