El secretario de Gobierno y Relaciones Institucionales de la comuna local, Rafael Sachetto, acusó ayer al militante social Néstor Gea de "aprovecharse de la necesidad de vivienda de la gente para buscar un espacio político electoral" y de "instigar a personas carenciadas a cometer actos ilícitos".
De igual forma, sindicó como promotora de la instigación a la dirigente del Comedor Madres en Lucha, Marisa Román.
Sachetto salió públicamente a responder a los responsables del comedor de barrio Las Playas, que durante la mañana de ayer recorrieron varios medios de comunicación para reclamar la ayuda oficial a familias desocupadas y con necesidad de viviendas.
El funcionario municipal advirtió también que el Gobierno "ha denunciado a la Justicia las amenazas telefónicas que han efectuado desde ese grupo a miembros del Departamento Ejecutivo Municipal".
"Desde la comuna llamamos a la reflexión a esta gente que conduce a personas carenciadas a cometer un delito, como lo es la ocupación de tierras", dijo Sachetto, y especificó que "se trata de militantes del Partido Obrero y de un sector de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)".
Cabe mencionar que Gea pertenece al Movimiento Socialista de los Trabajadores.
"Este grupo -añadió Sachetto- promueve tomas de tierras, generando una psicosis en la ciudad, creando esperanzas vanas entre quienes anhelan legítimamente una vivienda."
Aclaró que "el 30 de diciembre en una reunión ya se les había informado que el Plan Argentina Trabaja no llegará ni a la provincia ni a nuestra ciudad, pero que en su lugar nos comprometíamos a implementar alternativas, porque la construcción de viviendas es una política de Estado para nuestra administración".
"Un día después de la reunión, Gea generó una situación lamentable en el ex Corralón Municipal, tratando de involucrar al Gobierno en un conflicto por la ocupación de un terreno, así que si bien no decidimos anular nuestra ayuda a este grupo, hemos postergado toda acción hasta que no haya un acuerdo claro con interlocutores serios", continuó el funcionario.
La comuna había prometido reunirse con personas desocupadas, a los fines de brindarles capacitación laboral.
Por su parte, la dirigente de la CTA Alejandra Ardiles comunicó oficialmente ayer que esa central obrera prosigue con negociaciones con la Municipalidad en procura de solucionar carencias de trabajo y vivienda a familias de la ciudad, y que no guarda relación alguna con el Comedor Madres en Lucha.
"No estamos disconformes con la comuna ni nos sentimos dejados de lado", subrayó Ardiles, y "quienes dicen lo contrario no expresan la posición de la conducción de la CTA".
Anticipó que hoy la Central sostendrá una reunión de sus consejo directivo para tratar la cuestión (ver página 6).

Preparan una movilización

Marisa Román y Eugenia Torres, dirigentes del Comedor Madres en Lucha se hicieron presentes ayer en EL DIARIO para reclamar a través de nuestro medio a la Municipalidad que "cumpla con su compromiso de dar capacitación laboral a los desocupados".
Explicaron que "habían citado a los desocupados a una reunión para el 8 de enero en el Centro Vecinal de Las Playas, pero después tuvimos que avisar a doscientas personas que no se hacía. Pusieron otra fecha y tampoco nos reunimos".
Madres en Lucha afirmó que contaba con el respaldo de Gea y la CTA.
"Si no se concreta la reunión esta semana, haremos una movilización pacífica para reclamar lo que se nos prometió, porque se está jugando con la dignidad de la gente", dijo Román, quien estimó que en nuestra ciudad hay unas dos mil personas desocupadas.
Por otra parte, desmintió que ella y su grupo "andemos agitando para que la gente usurpe tierras".
En cuanto a su participación junto a otros dirigentes sociales en el conflicto por un asentamiento en el ex Corralón Municipal de barrio Santa Ana, dijo que permitió que Diego Chicco, el actual propietario del predio, y la ocupante Teresa García, "firmaran un convenio ante escribano público, para que ella y su familia reciban una vivienda".
García sostiene que ha vivido 25 años en el lugar.
Por el citado convenio, suscripto el pasado miércoles 5, Chicco le cedió una vivienda en barrio San Nicolás a García, hasta que en el término de seis meses le entregue en propiedad una vivienda de 70 metros cubiertos.
Chicco además le abonará a García 15 mil pesos y le financiará la instalación de un quiosco y la compra de muebles.