En San Luis comenzaron los ensayos para sembrar pastizales y forrajeras vía aérea en zonas de montes, lo que representa la posibilidad de convertir a tierras productivas para ganadería, sin caer en el desastre ambiental que representa desmontar.
El ministro del Campo de la provincia de San Luis, Sebastián Lavandeira Muñoz firmó un convenio de Cooperación con la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). En los puntos principales del documento, coincidieron en el compromiso para el desarrollo de tres ensayos de campo de intersiembra aérea de especies no nativas, las que ya fueron ejecutadas con el objetivo de generar un aumento de receptividad en pastizales naturales; prácticas de la que participarán conjuntamente el Gobierno provincial, Aacrea, INTA Villa Mercedes y empresas privadas proveedoras de insumos.
Ya se iniciaron experiencias en 200 hectáreas en tres zonas diferentes de la provincia: sobre el bosque de caldén al sur de Buena Esperanza, sobre los pajonales de Pedernera, a la altura de Soven; y sobre un monte con palmeras Caranday, entre Villa Larca y Cortaderas.
Las forrajeras que se sembraron son Grama Rohes, Panicum Coloratum, Pasto Llorón, Panicum Maximun y Digitaria Eriantha, con una densidad de 7 a 10 kilos por hectárea, según especie. A su vez, durante 2011 se incorporará a la siembra aérea la zona de monte bajo, en el noroeste provincial. Los que se medirá en estas experiencias es la adaptación de nuevas especies forrajeras en zonas de monte y natural, el aumento de la receptividad de los pastizales naturales, los costos de los tratamientos propuestos y el impacto económico en la zona y el impacto ambiental de la utilización de herbicidas en ambientes de monte.
Los ensayos de aumento de receptividad de pastizales naturales mediante siembras aéreas de especies no nativas, responden a una demanda de los productores de carne sobre pastizales naturales, arrojando datos muy importantes para el sector los que podrán ser utilizados para elevar los estándares productivos de cada campo. Desde el punto de vista ambiental la siembra aérea tiene dos fortalezas: es una alternativa al desmonte y cambio del uso del suelo y se mantienen estructuras vegetales menos combustibles para incendios forestales.
"La opción es siembra aérea o desmonte; preferimos la primera porque vimos que funciona, es más barato que desmontar, aumenta la productividad de los campos y elimina las prácticas de la quema de pastizales", enfatizó el ministro del Campo, Sebastián Lavandeira Muñoz al reiterar la política de Estado: "No queremos más topadora ni fuego".
El Ministerio del Campo destinó $223.000 en concepto de gastos de coordinación técnica, logística y administrativa de los tres ensayos con siembra aérea.
Entre los alcances que el proyecto arrojó al Ministerio del Campo, hay que destacar que su desarrollo permitirá cuantificar objetivamente el impacto de una técnica de interés práctico para los productores, sirviendo tanto como insumo para fomentar planes de desarrollo a nivel provincial, como para mejorar su productividad. Además, el proyecto ha permitido ser participes de la articulación de un trabajo articulado entre el sector público y privado generando vínculos estrechos con las empresas e instituciones que le permitirá detectar demandas técnicas relevantes.