El 8 de octubre de 1967 era capturado el “Che” Guevara; al día siguiente fue cruelmente asesinado por el Ejército Boliviano instigado por la Central de Inteligencia (Norte)Americana (CIA).
Ni matándolo pudieron vencerlo porque hoy el “Che” vive y lucha junto a los pueblos de Latinoamérica, porque hoy como ayer encarna la lucha intransigente y sin concesiones contra el capitalismo y el imperialismo, contra toda forma de dominación y opresión; perdura en el tiempo por su posición crítica a las desviaciones burocráticas y autoritarias; por el apego estricto a los principios, la honestidad y la congruencia.
Persevera en la memoria popular por el humanismo de rebeldía y justicia social que representa.
Vivió para los explotados, cumplió su promesa y voluntad de entregar su vida “por la liberación de cualquiera de los países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie”.
Y cómo no iba a morir por la liberación de cualquier país de Latinoamérica si no sólo murió, sino que vivió, cada minuto de su vida, cada instante, en un esfuerzo sin tregua por liberar a la humanidad de la explotación del hombre por el hombre ejercida por las burguesías locales apoyadas por los Estados Unidos.
Estas vieron en su mensaje, en su llamado a la transformación de las relaciones sociales, un grito de guerra que no dudaron en contestar con la persecución, el asesinato, lo que a 41 años de su muerte siguen haciendo.
Hoy que América Latina comienza a despertar, con la lucha del pueblo boliviano y venezolano se hacen indubitable realidad su lucha por la libertad, y su mensaje anti-imperialista continúa siendo totalmente vigente y necesario. La historia sigue dándole la razón.
A 41 años de su captura y posterior asesinato la imagen del “Che” inspira a las nuevas generaciones e ilumina a aquellos que continúan en la lucha por una sociedad más digna.
Le cortaron las manos y aún golpea con ellas.
Lo enterraron y hoy viene cantando con nosotros.
(Pablo Neruda)
Raúl G. Quevedo
DNI 6607294
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