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Cuestionan las bondades ambientalistas de las bolsas oxibiodegradables que ahora venden en los súper |
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En junio de 2010, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad una ordenanza que restringe la entrega de bolsas de polietileno en los supermercados y comercios del medio, en base a un programa gradual que hará que, en junio de 2011, estén totalmente prohibidas.
El objetivo de esta iniciativa es el cuidado del medioambiente, dado que las bolsas de nailon tardan años en descomponerse y son altamente contaminantes.
Sin embargo, todos podemos ver en la ciudad que las bolsas siguen pululando en el basural municipal y en los improvisados basurales que van formando desaprensivamente en distintos puntos de la ciudad. ¿De dónde salen esas bolsas si su uso está tan restringido?
Un lector encontró la respuesta ayer, cuando fue a un supermercado de la ciudad y el cajero, amablemente, le preguntó si quería una bolsa, a lo que le respondió que sí.
No era la bolsa de la abuela, hecha con tela, sino que se trataba de una bolsa de plástico, con mejor calidad que las que daban anteriormente.
Sabía el lector que no incumplía la ordenanza porque hasta una bolsa está permitido (hasta junio), por lo que llegó a su casa y cuando controla el ticket de la compra para verificar los precios, encuentra que, en el último artículo supuestamente adquirido, figura una compra de 14 centavos por “una bolsa oxibiodegradable”.
“El cajero jamás informó que la cobraban”, puntualizó el lector.
No se trata de enojarse con un trabajador de comercio por 14 centavos, pero sí es llamativo que la vuelta que encontraron para burlar el espíritu de la ordenanza es venderla. Es decir, no “entregan” bolsas de nailon, sino que las venden, lo que no está restringido, obviamente.
¿Son bolsas verdes?
Más allá de la estrategia para esquivar la ordenanza, nos preguntamos si las bolsas que llevan ese nombre tan imponente (oxibiodegradable) son realmente inocuas para el medioambiente.
Los defensores de su uso, afirman que sí, porque incorporan en su elaboración un ingrediente especial que no modifica las características básicas y deseables del producto final, pero que las convierte sensibles a la luz y al calor, lo que permite que se degraden en el ambiente en un lapso menor a los tres años.
La Fundación para la defensa del Ambiente (FUNAM) calificó de "gran negocio pintado de verde" el uso de bolsas oxibiodegradables. Sostuvo que su uso "no beneficia al ambiente sino a las empresas que fabrican los aditivos y a los comercios que quieren mostrar una imagen ambientalmente responsable aunque esto no sea así".
Sin embargo, desde la Fundación por el Ambiente (FUNAM) aclaran que las bolsas oxibiodegradables son “de polietileno y además tienen metales incorporados como cobalto, manganeso y plomo, interrumpen el compostaje de residuos orgánicos y favorecen un mayor uso de bolsas plásticas en lugar de reducirlo".
"Las bolsas de bioplástico o bolsas biodegradables no deben ser confundidas con las bolsas oxibiodegradables, un nombre cada vez más rechazado por su imprecisión. Los bioplásticos y en general los plásticos biodegradables, son sustancias obtenidas a partir del almidón de maíz, papa, trigo y otros cultivos. Entre los materiales base ya desarrollados se encuentran las cadenas de polímeros del ácido poliláctico. Las bolsas oxibiodegradables y las bolsas convencionales, en cambio, son fabricadas con polietileno y otras sustancias químicas derivadas del petróleo", concluyeron.
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