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1- Perón y Gelbard. 2- Contador Alberto Costa. 3- Luis Sergio Gómez. 4- Gerardo Russo |
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En un año electoral, vale la pena aprontarse para la contienda, y tratar de visualizar lo que se viene. Dentro de los temas en la agenda de la política nacional, la inflación es el mal endémico del país. Hoy, se anuncia con bombos y platillos el pacto social, un acuerdo de partes, para frenar una variable que licúa salarios y especialmente las jubilaciones, pero más aún, encarece los costos internos en su relación con un dólar quieto que desfavorece las exportaciones
Haciendo historia. El 25 de mayo de 1973, luego de 18 años de proscripción del peronismo, asumía la presidencia Héctor "Tío" Cámpora; junto a él juramentaban ocho más: José Ber Gelbard en Hacienda y Finanzas (Economía): Juan Carlos Puig , en Relaciones Exteriores; Esteban Justo Righi, en Interior; Ricardo Otero en Trabajo; Jorge Taiana, en Cultura y Educación; Angel Federico Robledo en Defensa; José Lopez Rega, en Bienestar Social y Antonio Benítez, en Justicia. De todos resurge el conocido "Brujo" López Rega y otro que la historia argentina no ha tenido en cuenta: José Ber Gelbard, quien por fin había llegado a ministro de Economía, luego de ser el creador de la CGE (Confederación General Económica, que agrupaba a pequeños y medianos empresarios), el verdadero jefe de los burgueses nacionales. El segundo ministro judío de la historia argentina. El hombre que se sentía más cerca de los jóvenes revolucionarios que de López Rega. El único ministro que no había votado por su presidente Cámpora, y sí a la APR de Alende-Sueldo. El hombre que desde un perfil bajo armaba lobby y que su suerte quedaría atada a la del General Perón.
Gelbard, juró cuatro veces como ministro: de Cámpora hasta el 13 de julio del ‘73; de Raúl Lastiri hasta el 12 de octubre del ‘73; de Perón hasta el primero de julio del ‘74, y de Isabel hasta su renuncia.
Perón consideraba que los economistas del peronismo eran todos fracasados como empresarios, y necesitaba un empresario exitoso al frente de Economía. De Gelbard le entusiasmaba su origen judío y filo comunista. Por un lado ese hombre del partido comunista argentino, contendría al PC local, abriendo las puertas hacia el mercado socialista y así sostener la distancia con Estados Unidos y mostrar un perfil de tercera posición. Además le daba al general una mirada distinta de su gobierno, ya que él fue muchas veces acusado de antisemita.
Los primeros días de junio del mismo año, Gelbard impulsó la firma del pacto social entre la CGT y la CGE, al que sumaron otras entidades empresariales para no quedar afuera. El pacto consistía en un aumento general del 15% de los salarios y, como contrapartida, congelamiento de precios . Aumento y posterior congelamiento de tarifas de servicios públicos y suspensión de paritarias. El anuncio venía acompañado de un plan de viviendas. Gelbard no compartía el fijamiento de precios, sin embargo era la primera medida para frenar la inflación para llegar a ser el "ministro cero".
(Extracto realizado del libro "El Burgués Maldito", de María Seoane.)
El pacto social y la inflación están en la mesa de debate y consultamos a tres especialistas locales.
Alberto Costa
Contador público, asesor en Economía, director del Grupo Costa
¿Usted es partidario de frenar la inflación enfriando la economía, como lo planteaban Lavagna y Losteau?
- “En la Argentina lamentablemente no se ha demostrado otra forma de hacerlo.”
¿Cómo ve el pacto social en el contexto actual de la economía?
- “El pacto social es una herramienta más, que tiene que estar dentro de un programa económico integral. Si bien el Estado propició el pacto social, ahora se alejó del mismo y esto es imposible, puesto que es uno de los pilares, ya que tiene su responsabilidad, como por ejemplo, no emitir más, y debe participar representando a los sectores postergados, sin representación. Fíjese que el año pasado se emitió el 28% más, y estuvo a la par de la inflación que rondó en el 25% al 30%. El Estado no genera las condiciones para el acuerdo.”
¿Los sectores de la UIA y la CGT, son representativos?
- “Hay un 30% que no está representado, por un lado los obreros en negro, tercerizados y autónomos y, por otro, las Pymes, los profesionales, el pequeño comerciante, etcétera. El ejemplo más claro es el convenio de la SMATA, se acuerda en el puerto, salarios para las terminales automotrices, y a un tallerista en Villa María con dos empleados se le hace más caro y difícil de mantenerse.”
¿Entonces la puja no es real?
- “En Argentina la puja se da entre la renta de la tierra y el sector sindical, que es uno de los más fuertes de Latinoamérica. El empresario industrial a nadie le importa, y es el que le agrega valor agregado y trabajo genuino. Por eso se invierte más en la construcción. Si bien Argentina creció más que Brasil en estos últimos cinco años, la relación es: en Argentina el 70% de la inversión fue a la construcción y el 30% a maquinarias, en Brasil el 60% en maquinaria y el 40% en construcción. Si bien la construcción da trabajo, se agota una vez terminada la obra, en cambio una maquinaria se compra para producir trabajo a largo plazo.”
¿A quién le conviene la inflación?
- “Al Estado, porque obtiene mayor recaudación, licúa su gasto público.”
¿ Entonces el programa económico está orientado hacia el consumo?
- “Está orientado al consumo y no a la inversión, ya que no hay incentivos con créditos o subsidios a la industria como en Brasil.”
¿Como ve el año 2011?
- “La inflación va a estar entre el 25% y el 30%, con gran conflictividad política y social.”
Luis Sergio Gómez,
Ex dirigente de Luz y Fuerza. Licenciado en Ciencia Política y cursando "Relaciones Internacionales"
¿Cuál cree que son las causas de la inflación?
- “La voracidad del capital, que es el formador de precios, y también la política fiscal regresiva, una carga impositiva, en especial de los productos básicos esenciales con un IVA del 21%, a la carne, leche, arroz, etcétera.”
¿Usted cree que reeditar el pacto social como en el ‘73 sería posible?
- “Sería válido de no ser por el juego de intereses reinante. Tengo un visión pesimista, creo que es para generar expectativas con efectos mediáticos.
Más allá de las reuniones, no veo voluntad política de las partes, aunque el Gobierno sería el más interesado en un año electoral.
Más que un pacto social yo hablaría, como en la Revolución Francesa, de contrato social para diseñar un modelo de país integral como el último ensayo realizado únicamente por el General Juan Domingo Perón.”
¿Pero sigue desconfiando?
- “Estoy convencido que éste es el momento propicio para hacerlo (al pacto social), dado los índices de la macroeconomía; aunque como le dije le temo al efecto mediático.
Creo que hay que buscar, una reforma fiscal y financiera, el control de divisas de capitales al exterior y una expansión industrial y tecnológica de punta.”
Gerardo Russo
Presidente de la Universidad Popular, profesor de Historia
¿Usted cree que en el escenario actual existe la posibilidad del pacto social?
- “Creo que sí, o aspiro a que fuera posible, que se pongan de acuerdo los actores sociales en un país, en perspectiva de crecimiento sostenido.
El primer punto, es que no va a existir un pacto social si los empresarios no quieren redistribuir sus ganancias, si esto no existe crece el grado de conflictividad social. La apropiación de la renta del sector empresario crea conflicto social y expulsa a los sectores más postergados a la indigencia.”
¿Cree en las cifras del INDEC?
- “La cifra real de inflación del INDEC es más alta, pero tampoco hay que creerle a las consultoras privadas, que tienen sus intereses junto al Grupo Clarín. Hay organismos internacionales como el FMI, que hablan entre un 15% a 16%.”
¿Cuáles cree que son las causas de la inflación?
- “La concentración de los formadores de precios, grupos concentrados, como por ejemplo ALUAR, que maneja el 65% de la totalidad del aluminio producido en el país.
La libertad de mercado es inexistente; en un país con mayor demanda de bienes y al no existir muchos oferentes, ellos aumentan, mientras lo que tendrían que hacer es invertir para producir más. El tema pasa por apropiarse de la rentabilidad directa o indirectamente, cuando se le aumenta el salario a los trabajadores.”
¿En síntesis, es optimista o pesimista con respecto al tema?
- “Veo al año 2011 con mucha conflictitividad por ser un año electoral.
Es factible y estoy de acuerdo, pero lo veo muy difícil.
Hay sectores empresariales que van a mirar lo electoral. Los sectores empresariales tienen que buscar una rentabilidad acorde como el resto del mundo, cuando el índice es del 5%, ellos tienen el 20% ó 30%.”
Informe: Víctor Alvez
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