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Para cambiar el sistema hay que ganar las elecciones. Para ganar las elecciones hay que unirse en un acuerdo que beneficie a la ciudad.
Conceptos simples, surgidos del sentido común o del menos común de los sentidos. La cuestión que las ideas rondan en el aire y de pronto, por la fuerza de la gravedad tal vez, caen en el centro de la arena política, caliente en pleno año electoral.
La semana que pasó, hablamos de una reunión “Top secret” entre tres pesos pesados de la dirigencia local.
Hoy, estamos en condiciones de agregar algunos apuntes de ese encuentro a puertas cerradas.
Los sonidos del silencio generaron ruido, ecos que llegaron hasta algún lugar de las sierras donde descansa uno de los protagonistas de la tertulia, uno de los mosqueteros y le pusieron los pelos de punta a más de uno que todavía no salió de vacaciones.
Pero, vamos por parte. En una oficina céntrica se juntaron un radical, un justicialista y un juecista.
Miguel Olaviaga, Raúl Costa y Alejandro Roganti escribieron el primer capítulo de esta historia que puede o no tener el final que le dio origen: armar un Frente para disputar la Intendencia en las próximas elecciones.
¿Quién sería el candidato? En principio, eso no está en el tapete.
No sería un “Frente” cualquiera. No se trata de un “amontonamiento”, según escuchamos detrás de las puertas.
Se trata de la posibilidad de “tener un Gobierno de transición que lleve adelante las reformas políticas que la ciudad necesita”.
Punto y coma. El planteo que llevó el Frente Cívico a la mesa de conversaciones tiene su base en la “conformación de un acuerdo político que le devuelva calidad y transparencia a la vida institucional”.
Simple y complejo, al mismo tiempo. Igualito a la política.

s Reforma
de la COM

La reforma de la Carta Orgánica Municipal fue el sello de la propuesta juecista.
Los muchachos hacen números y subrayan que este sistema permite “un intendente como el actual que está gobernando con la adhesión de dos de cada diez villamarienses”.
“Si tenemos en cuenta la totalidad del padrón, a Accastello lo votó el veinte por ciento”, susurran mientras hilan fino en el hecho que el jefe comunal, además, tiene la mayoría en el Concejo Deliberante.
“El Concejo se convierte así en una escribanía del Ejecutivo y no refleja la opinión de la ciudadanía.”
La propuesta para reformar la COM apunta a usar el sistema D’Hont para definir la totalidad de las bancas y el ballotagge en la elección de intendente.
No se andan con chiquitas. Hasta proponen dejar fijada la fecha de elecciones en la ciudad (independiente de las provinciales y nacionales) y concurrir a las urnas en 2014 (un año antes del vencimiento de mandato de la próxima administración). Transición, sin vueltas.
El rol social que debe cumplir el municipio con programas universales que impidan el clientelismo, fue otro de los temas de la reunión.
¿Podrán llegar a un acuerdo generoso, sin egoísmos y equitativo? Adivine, si puede. “El tiempo del acuerdo es hoy”, para los juecistas. Veremos.
Hasta el próximo capítulo.