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El Peregrino Impertinente
México será muy lindo y querido para muchos, pero no creo que lo sea para los habitantes de Ciudad Juárez. Ubicada al norte del país azteca, este municipio es considerado como uno de los lugares más peligrosos del mundo. A la violencia y el terror infligidos diariamente por los carteles de droga, se le suma el hecho de estar justo en la frontera con Estados Unidos. O sea que sus pobres pobladores no sólo tienen que vivir con la amenaza constante de que los maten las mafias organizadas por el narcotráfico, sino también con la amenaza constante de que los invada el Ratón Mickey.
Un millón trescientas mil personas habitan esta metrópoli tenebrosa. Es decir, casi la misma cantidad que la ciudad de Córdoba. Las diferencias entre ambas urbes son abismales, pero aún así, las dos tienen características que asustan. En Ciudad Juárez, uno puede ir muy tranquilo por la calle, pasar por una cantina y de repente se come seis balazos en la gamba. En “La Docta”, uno puede ir muy tranquilo por la calle, pasar por un quiosco y de repente se come la voz de Mario Pereyra en la radio. Realidad estremecedora la de Latinoamérica. Como será de complicado el panorama en la localidad del estado de Chihuahua, que a lo largo de 2010 se asesinaron allí a más de 2.500 personas. La inmensa mayoría de esos crímenes estuvieron relacionados con el negocio de las drogas. Desconcertados, los encargados de la Secretaría de Turismo local ven cómo los niveles de visitas disminuyen drásticamente. “Es muy preocupante. Yo no sé si el descenso se debe a la crisis europea o al miedo de los foráneos de ir una noche al casino-resort y amanecer al otro día en una zanja. Lo cierto es que los turistas andan medio quisquillosos últimamente. Cómo decimos acá, unos mariconzononotes bárbaros”, declaró hace poco el director de la entidad. Da para el debate.
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