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El vaciamiento del pecho en cada mamada es muy importante |
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Existen varios factores que influenciarán en la producción de leche materna y en la forma de tomar de los lactantes estas son; la frecuencia de las tomas que hace el bebé, como se vacía la mama después de cada mamada, la concentración de grasa en la leche al comienzo de cada mamada, la capacidad materna de almacenamiento de la leche, la capacidad del estómago del lactante y del estado anímico de la madre.
Con respecto de las tomas que hace el bebé está comprobado que las mamás que ofrecen el pecho a libre demanda tienen una producción mayor de leche que aquellas que dan el pecho con horarios. La lactancia exitosa a largo plazo estará íntimamente ligada con este paso. De Carvalho demostró que en las primeras semanas de vida del recién nacido, los bebés amamantados a demanda, lo hacían promedio de diez veces por día y aumentaban más de peso, a la vez que sus madres producían más leche que las que elegían amamantar con un ritmo estricto. Amamantar a libre demanda significa que el niño pide a la madre y ella estará atenta para ofrecer el alimento. No hay que esperar a que el bebé llore para saber que éste tiene hambre, existen señales que tu hijo te dará para que sepas que quiere comer, por ejemplo cuando el bebé busca desesperadamente llevarse su mano o la tuya o cualquier objeto que tiene cerca a la boca y lo comienza a succionar, está inquieto y /o comienza a moverse aún antes de despertarse, es muy probable que esté buscando el alimento. Si ofreces el chupete en vez de brindar el pecho frente a estas señales estás desperdiciando una muy buena oportunidad para que tu hijo mame con fuerza y confianza, ayudándote a que la producción láctea sea mayor. Cuando el bebé comienza a llorar y este llanto es prolongado, el bebé ha perdido energías y se ha enojado, por lo tanto al momento de mamar puede que no lo haga de la mejor manera, puede prenderse mal, estar cansado, ha tragado mucho aire y seguramente hará mamadas más cortas. Esto puede provocar que el bebé no tome tanta leche como debería o como le hace falta y el vaciado de las mamas falle. La producción irá decreciendo y la lactancia terminará en fracaso.
El vaciamiento del pecho en cada mamada es muy importante ya que cuando esto no ocurre, la producción de leche es escasa. Para lograr que los pechos se vacíen bien en cada toma deberías colocar a tu bebé a mamar en una buena posición (que sea cómoda para los dos), no interrumpir la mamada para ofrecer el otro pecho (ejemplo un tiempo determinado de mamada para cada pecho) y verificar, sobre todo en los primeros días, que el bebé succiona con movimientos amplios, rítmicos y con deglución que se pueden escuchar si en la habitación no hay ruidos.
La concentración de grasa en la leche es inversamente relacionada con la duración del intervalo entre mamadas. Cuanto más largo es el tiempo entre mamadas menos grasa tendrá tu leche. Las concentraciones de grasa en la leche pueden ser incrementadas con el aumento de mamadas y con el vaciamiento de las mamas.
No todas las mamás tienen la misma capacidad para almacenar leche, pero esto no significa que tenga menos leche o que su leche no es buena. Las mujeres que tienen un almacenamiento mayor podrán amamantar con intervalos más largos, mientras que las que tienen almacenamientos más pequeños deberán amamantar más seguido. El tamaño de los pechos no tiene mucho que ver con la producción o el almacenamiento, ya que al término de 24 horas todas las mujeres habrán producido la cantidad de alimento que su hijo necesita. Lo que variará es la cantidad de mamadas que hará el bebé durante el día. De igual manera pasa con el estómago del bebé, si tiene un estómago pequeño tendrá que hacer tomas más seguidas y si su estómago es más grande tardará más en volver a pedir el alimento.
Newton y Newton descubrieron que la bajada de la leche se ve perjudicada por ciertos factores emocionales como son el temor, la ansiedad, el dolor y la fatiga. El entorno y el apoyo médico son determinantes en este momento. Todo buen profesional de la salud y toda persona que esté acompañándote en este momento tan especial en tu vida querrán lo mejor para vos y tu hijo, seguramente te apoyarán en el amamantamiento ya que ésta es una de las fuentes que te proporcionará mejor vida para ti y tu bebé.
Para tener una lactancia exitosa tienes primero que estar convencida de que quieres amamantar, que quieres ofrecerle a tu bebé lo mejor que puedes darle, como lo hiciste hasta el momento. En el útero lo cuidaste, lo contuviste y lo ayudaste a crecer. Hoy fuera de tu cuerpo todavía puedes cuidarlo, contenerlo y ayudarlo a crecer sano, dándole el mejor alimento, con la cantidad de nutrientes que el necesita, con la medida exacta de anticuerpos, en la temperatura ideal y libre de contaminación.
Amamantar es dar lo mejor de ti misma.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar
Fuente: Página oficial de Fundalam ¿Cómo se produce la leche? Carlos Beccar
Varela
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