Sobrevolando las dos Villas, el fotógrafo posa la lente de su cámara sobre objetivos que hace poco tiempo lucían diferentes o que simplemente no existían.
Resulta imponente el inmenso armazón de cemento que remplazará el centenario edificio del Hospital Regional Pasteur y que domina la margen de la ruta nacional 9, donde comenzaban los terrenos del Aeroclub. Poco más allá crecen las instalaciones de la Universidad Nacional, y es posible apreciar que el asfalto llega hasta el estacionamiento mismo de la casa de altos estudios.
En otro sentido, en la ribera villamariense, el Anfiteatro a punto de quedar totalmente techado. Y en la ribera villanovense, el ingreso a la localidad por el puente Alberdi, con la imponente construcción de un gran supermercado...
“Cambia, todo cambia...”, dice la canción. Y se mezclan la nostalgia con la pujanza. Que todo sea en beneficio de la sociedad, con cuidado del ambiente.