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La Departamental San Martín de Policía tiene calabozos cuestionados por quienes son detenidos. El año pasado, el fiscal Márquez buscó que se prohíban |
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“La Policía de la provincia tiene un área específica, que es la de Arquitectura, desde la cual hicieron un diagrama de las modificaciones que hacían falta realizar en los calabozos. Algunas se concretaron y otras no”.
Así contestó el comisario Mayor Daniel Ferreyra, jefe de la Departamental General San Martín, cuando EL DIARIO le preguntó en qué estado se encuentran las celdas luego del planteo judicial presentado en diciembre pasado por el fiscal de la Cámara del Crimen, Francisco Márquez.
- ¿Y qué es lo que falta realizar?, interrogó este matutino.
- “Las obras de ventilación y algunas comodidades más”, fue la escueta respuesta del alto funcionario.
@ Todo está como entonces
El 10 de diciembre de 2007, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, Francisco Márquez denunció en una extensa entrevista con EL DIARIO el estado de las celdas de la Policía local. Sostuvo que son inhumanas y generó una gran polémica. Pocos días después, y en consonancia con una carta de lector que también publicó este medio, escrita por una persona privada de la libertad, presentó un recurso de hábeas corpus ante la juez de Control subrogante Cecilia Fernández, buscando prohibir la utilización de las mismas, hasta tanto cumplan con el precepto de cárceles limpias y sanas, para recuperación y no para castigo de los presos.
El 4 de enero de este año, la magistrada ordenó a la Departamental restaurarlas “a la brevedad”, a través de un fallo que abarcó distintos puntos, los cuales fueron cumplidos sólo en parte en diez meses.
Dos meses después, el por entonces titular de la Policía local, Sergio Flores, reveló a EL DIARIO que la sugerencia que hicieron desde Córdoba no era factible: se proponía derrumbar paredes, a lo que en la ciudad se opusieron porque “empeoraría las condiciones climáticas del lugar”, aduciendo que las celdas serían frías.
Ayer, este cronista se comunicó con el fiscal Márquez y la juez Fernández. El funcionario comentó que no visita las celdas desde hace tiempo. Como se sabe, recién hace unas semanas volvió a sus funciones tras sufrir un atentado el 2 de abril pasado.
La magistrada, en tanto, indicó que hasta que actuó en la causa se había elaborado un plano con las reformas propuestas. Luego el expediente pasó a manos de Teresa Pedraza de Arnoletto, a cargo del Juzgado de Control actualmente.
Por su lado, dos abogados del foro local, de gran participación en causas penales, coincidieron en señalar que las celdas no han tenido reformas.
“Yo no entro a los calabozos, pero las personas están dos o tres días ahí y prefieren ir a la cárcel porque son inhumanos. Es un sufrimiento extraordinario, según me cuentan: tienen agua fría, no se pueden bañar, hay un solo baño para 35 presos. Las condiciones de higiene son nulas”, expresó Eduardo Rodríguez (hijo).
Marcelo Martín Silvano, en tanto, contó que “los presos siguen diciendo que las celdas son un asco y que no hubo arreglos”.
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