Escribe: Fabio Morisetti

Viniendo desde atrás durante todo el juego, Unión Central consiguió en su cancha una notable victoria ante Almafuerte de Las Varillas por 80 a 78, en un partido correspondiente a la Liga Provincial B de basquetbol.
El equipo del “Tola” Yáñez recién pudo pasar al frente en los últimos minutos y, en un final no apto para cardíacos, terminó sumando dos puntos vitales ante un firme candidato al ascenso.
El primer cuarto fue dominado por la visita en forma mucho más amplia que el 20-25 final. Mangiaterra prevalecía en los tableros y Ayala se mostraba infalible en tiros de campo. Recién sobre el final, con el aporte ofensivo de Federico Bonetto, el local pudo acercarse en el marcador.
Los próximos diez minutos resultaron muy parejos, alternando errores y aciertos por igual. Sin embargo, pese a irse en desventaja, Unión empezó a mostrar dos signos importantes que se convertirían en fundamentales con el correr del juego: la eterna puntería de Alvaro Galera y la intensidad defensiva que detuvo al goleador del torneo, el ex Liga Nacional Rodrigo Alvarez.
El escolta local entró y mostró su efectividad desde la línea de simples y el perímetro, logrando que su equipo no le perdiese el tren a su rival. Como contrapartida, Alvarez (que llegaba con 23 puntos por juego de promedio) apenas llegaba a los cinco en la primera mitad.
El partido fue y vino a lo largo de su desarrollo, con ventajas de entre tres y siete puntos, pero siempre a favor de Almafuerte. Ayala y Monteoliva se hacían cargo de la ofensiva en la visita, mientras que Bonetto, Galera y algunos aciertos de Aarón Musa dejaban al aurinegro ahí nomás.
Al comienzo del último segmento, los de Las Varillas sacaron siete puntos de luz que parecían tranquilizadores, pero Yáñez eligió una defensa a presión en toda la cancha que le dio óptimos resultados, porque su rival no supo cómo mover rápido el balón para contrarrestarla y sumó pérdida tras pérdida.
Así, Unión pasó al frente en los dos minutos finales y Almafuerte, que tenía el partido en sus manos, lo terminó perdiendo porque no supo descifrar el enigma defensivo local. En la última jugada, Alvarez no pudo tirar y se desató la locura de la buena concurrencia que se dio cita en el escenario de la calle Rucci.