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Emocionado, Abálsamo festeja con su hijo. El ex Maipú lleva convertidos cuatro goles en dos partidos con Alumni. Diego Manicero deja atrás a Aballay. El delantero de Alumni fue un jeroglífico para la defensa de Talleres |
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Escribe: Juan Pablo Morre
¡Cómo para no estarlo!... sólo atinó a expresar José Luis Pisaroni, uno de los muchos corazones fortineros que se quebraron hasta las lágrimas mientras se abrazaba con el popular ‘Rolo’, también emocionado hasta el llanto, o con el mismo ‘Pulga’ Villagra, quien manifestaba sus ganas terribles de festejar.
Imágenes que sin dudas sintetizan la noche soñada que vivió Alumni. Es que, la histórica victoria sobre el gran Talleres sólo permitió el camino a la algarabía, a la notable felicidad, a la euforia, a la emoción, a desandar una fiesta en Plaza Ocampo, repleta como pocas veces vista.
Y todo ello, es decir, ese cúmulo de felicidad, también se reflejó en los protagonistas, quienes en zona de vestuario se mostraron eufóricos, satisfechos y a pleno por lo que entregaron dentro del campo de juego.
Y si hablamos de una noche para el recuerdo, ni qué hablar lo que significó para Leonardo Abálsamo, el hombre de la noche con sus tres goles, ese goleador que llegó para amigarse con la red con la casaca de Alumni, y de qué manera. Un gol en San Luis y ¡tres! anoche en Plaza Ocampo, para festejarlo con su hijo y su mujer (presentes en la cancha), con sus compañeros, con todo Alumni.
“Fue una noche soñada, sin dudas”, describió el personaje de la noche dentro de un equipo que tuvo puntos altos en todas las líneas.
El ex Maipú, en tanto, indicó estar “muy feliz” por sus goles, aunque aseguró “esto recién empieza, hay que sumar muchos puntos más, así que ojalá podamos seguir así”.
“Esta victoria nos hace ver que tenemos un buen equipo y que le podemos pelear de igual a igual a cualquiera”, recalcó a continuación.
Mientras tanto, en cuanto al partido, explicó que el triunfo se dio porque “fuimos superiores al rival. No merecimos sufrir por esos dos goles que nos hacen y que generó que el resultado fuera ajustado, pero en líneas generales jugamos mejor”.
“Nunca pensé que se nos podía ir la victoria por más del respeto que se le tiene a Talleres, que por algo están arriba y tienen la cantidad de puntos que tienen”, afirmó.
“Todavía falta, recién van dos partidos, por suerte se me están dando los goles y espero poder continuar de esta manera”, concluyó.
Herrera
Uno que no la pudo meter, pero que corrió y metió como el resto, fue Carlos Herrera.
“El ‘Tano’ (Riggio) en la previa, dio una charla que nos sirvió mucho, creo se vio reflejado en el partido y gracias a Dios nos quedamos con los tres puntos”, afirmó “Falucho”.
“Hubo un marco imponente, nunca la había visto así a la cancha, creo que ni cuando ascendimos”, resaltó luego el atacante. “Considero que fue un lindo espectáculo, por suerte quedaron los tres puntos en la cancha, así que ahora vamos a disfrutar esto y mañana (por hoy) ya hay que pensar en Desamparados”, agregó.
Luego de comentar que fue “un triunfo inolvidable”, Herrera reconoció que “habían ganado todos los que están ahí abajo y si no ganábamos se nos iba a hacer muy difícil, pero ahora seguimos a un punto y vamos a la mini gira en San Juan y Mendoza con muchas ganas”.
Sobre los méritos de la victoria, Herrera comentó: “Hicimos un gran trabajo en la mitad de cancha, tanto Bolatti, Zanabria y el ‘Tano’, después hubo mucha movilidad mía y de Manicero, la defensa estuvo muy compacta, y lo más destacado de la noche fue la actuación de ‘Leo’ (Abálsamo), y me pone muy contento por él”.
El árbitro
Un gran error tuvo Alejandro Arco cuando, al desaparecer las pelotas en el segundo tiempo, observó cómo el jugador Cristian Zárate agredió con un golpe de puño a un auxiliar de Alumni, desatando una batahola. El juez debió expulsar al 17 de Talleres y no lo hizo. Además, Arco tuvo algunos conceptos errados sobre muchas infracciones, en las cuales pitó al revés.
La figura
Leonardo Abálsamo, con sus tres goles, se robó el protagonismo de la noche. También brilló Diego Manicero, jugó un partidazo Sergio Zanabria y estuvo imparable Bolatti. En la defensa, Gastón Molina aportó su notable talento, aunque todo Alumni rindió para el aplauso.
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