Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial)

Después del punto que sumó en San Juan, con el empate 2-2 ante Desamparados, el plantel de Alumni arribó ayer a la ciudad de San Martín de Mendoza y enseguida se puso a pensar en Deportivo Maipú, el rival que tendrá el próximo domingo a las 20, en esta clave incursión por tierras cuyanas donde seguir agregando unidades para remontar en la tabla es su máximo objetivo.
La idea de concentrar en San Martín, ubicada a 43 kilómetros de la capital mendocina, se centra en la buena relación que mantienen los dirigentes fortineros con los del club homónimo, donde supo dirigir el actual entrenador de Alumni, Víctor Riggio.
“Es una ciudad que conozco bien; de San Martín tengo buenos recuerdos y allí me fue bien, aunque creo que en todos los clubes que tienen camiseta roja y blanca me fue bien”, comentó con una sonrisa el “Tano”, desde San Juan y antes de partir a la vecina provincia.
Claro que Riggio no está de vacaciones ni mucho menos. Tiene la cabeza puesta en reafirmar la buena campaña que empezó a gestar su equipo en este 2011 donde marcha invicto y con reales posibilidades de salir de la Zona de Descenso y Promoción.
Los dos empates conseguidos fuera de casa (en San Luis y San Juan), y la victoria como local ante Talleres, ratificaron el camino correcto que Alumni empezó a transitar con la llegada de refuerzos de jerarquía, la recuperación del nivel de algunos jugadores que no tuvieron un buen 2010 y la consolidación de otros jóvenes valores que no se achican.
El partido ante Desamparados fue una prueba de ello porque, en otras ocasiones donde existía una gran demanda de jerarquía, el equipo empataba los partidos que debía ganar y perdía los que, por lo menos, tenía chances de igualar.
Esta vez Alumni sorteó una de esas batallas sumamente complicadas porque, sin jugar bien como en otras oportunidades, tuvo intacto su nuevo potencial de gol y finalmente soportó con un hombre menos la embestida de un rival que tomó riesgos y que va siempre al frente.
“Yo digo que este partido que jugamos es uno de los más difíciles que pudimos tener en el campeonato porque sé como juega Desamparados de local”, resaltó Riggio después del empate.
Además, indicó que Alumni “tuvo chances de ganarlo”, pero reconoció que la tarea del árbitro mendocino, Esteban Jofre, lo perjudicó. Y en ese aspecto, el técnico aseguró que el empate “estuvo bien”.
“Nosotros tuvimos posibilidades de ganarlo, sobre todo en el primer tiempo, pero igual me voy conforme con los muchachos porque hicieron un desgaste enorme cuando nos quedamos con uno menos”, agregó el “Tano”.
Por último, afirmó: “Vamos por buen camino y seguimos sumando, que es importante”.
Otro dato que no alcanzó a destacar el entrenador es el buen momento de sus delanteros, algo que resulta vital en este tipo de instancias.
Esta vez, el goleador Leonardo Abálsamo, quien venía de marcar cuatro veces en dos partidos (tres ante Talleres), no pudo repetir en San Juan, pero sí lo hicieron Diego Manicero y Carlos Herrera, los dos hombres “por afuera” que tiene el nuevo esquema que propone Riggio. Entonces, hay optimismo con esta buena racha de los hombres más adelantados porque es lo que más necesitaba Alumni después de la lesión de su máximo artillero, Román Strada, quien no viajó a tierras cuyanas y recién podría reaparecer en Río Cuarto, ante Estudiantes, es decir, después del duelo ante Maipú.
Pero más allá de los aspectos ofensivos, Alumni también deberá mejorar un poco para no sufrir tanto en el arco propio, ya que le convirtieron cinco goles en los tres partidos que disputó en el año. Y aquí no cuenta responsabilizar sólo al arquero, Jonathan Scalzo, quien si bien cuenta con intermitencias –como todo joven que debe defender ese puesto-, fue un valor fundamental en el empate del miércoles por la noche, mostrando reflejos en momentos difíciles del partido.