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El acto comenzará a las 19 en el teatrino. Se colocará una placa. Ambrosio dará un discurso |
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Los Padres Guardianes del Camino conmemorarán mañana un año de la llegada a la ciudad de la modalidad de pintar estrellas amarillas en las calles, como símbolo de concientización vial.
Como se sabe, las estrellas se pintan en los lugares en que personas perdieron sus vidas víctima del flagelo de los accidentes de tránsito. Intentan ser un llamado de atención a todos para manejar con cuidado, preservando nuestra propia vida y la de los demás.
Lucía Gigena es la mamá de Damián Deheza, un joven que falleció en agosto de 2009 cuando circulaba en motocicleta, sin casco protector (aunque las lesiones que derivaron en su muerte se produjeron en el tórax) y fue atropellado por un automóvil que cruzó el semáforo con luz roja, en la esquina de San Juan y avenida Alem.
Tras el penoso suceso, Lucía impulsó la llegada a la ciudad de la fundación que encabeza Julio Ambrosio, quien estará presente en Villa María en el acto de mañana.
El evento se concretará a las 19 en el teatrino, situado en el predio del subnivel de la ciudad.
“Colocaremos una placa y un árbol, el árbol de la vida, regalo de la municipalidad”, comentó Gigena a EL DIARIO.
“La idea de plantar el árbol se da con la esperanza de que a medida que crezca, aumente la conciencia de todos, ya que como adultos no tiene nadie que explicarnos cómo cuidar la vida”, resaltó Lucía en su diálogo con este matutino.
@ Un llamado al cuidado
Julio Ambrosio dará un discurso en el acto de mañana.
El es el presidente de la Asociación de Familiares y Amigos Víctimas de Tránsito y coordina la Campaña Nacional de Concientización Vial Estrellas Amarillas.
Desde la muerte de su hija Laura en un accidente vial, se propuso luchar sin descanso para revertir esta situación.
Sus objetivos centrales son crear conciencia en las nuevas generaciones e instar a los dirigentes a que actúen para que no existan más muertes en las rutas argentinas.
Además, Ambrosio preside la Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel, cuya finalidad es promover la inclusión de los adultos mayores en la sociedad y brindarles una mejor calidad de vida, algo que desvelaba a su hija.
La Fundación Laura Cristina Ambrosio Battistel tuvo sus inicios el 20 de abril de 2008 luego que Laura Ambrosio, hija de Julio, perdiera la vida en un accidente de tránsito en la conocida “Ruta del Desierto”, rumbo a Bariloche, tragedia ocurrida el 24 de mayo de 2006.
La joven tenía 21 años, cursaba el tercer año de la carrera de Psicología en la UNC, era profesora de inglés y asistente terapéutica.
Su interés por el bienestar de la tercera edad llevó a su padre a sentir la necesidad de que la Fundación también sea un espacio para brindar una mejor calidad de vida a los adultos mayores y concretar aquello que Laura soñaba.
Mañana estará en Villa María con Lucía.
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