Alejandra (30) no puede estudiar. Lo hizo durante un tiempo, con notas altas, pero la situación económica pudo más que su vocación. Alquilando un departamento, se le hizo imposible seguir costeando los aranceles mensuales y debió desertar, a pesar de su pasión por la carrera. Como ella, muchas personas deben dejar de lado su sueño porque las cuotas mensuales se tornan cada vez más inaccesibles.
¿Qué debe hacer un joven villamariense o de la región, de clase baja o clase media, que quiere estudiar Abogacía? Probablemente, se le torne muy difícil cursar en la ciudad, porque las cuotas llegan a orillar los 800 pesos en este 2011.
Como la Universidad Nacional de Villa María continúa sin abrir la especialidad, la única alternativa es ofrecida por las instituciones privadas.
Los valores más altos se presentan en la Universidad Católica de Salta. Allí, por mes hay que abonar 755 pesos si se paga del 1 al 10; si se salda luego de esa fecha asciende a 790 pesos.
Para graficar los incrementos, vale contar que en 2008 la cuota estaba en 395 pesos y el año pasado, en 610.
Si nos vamos lejos en el tiempo, en 1998 era de 130 pesos.
Los aranceles se pagan diez meses al año y además hay un costo de inscripción (aunque uno haga una materia o todas, es igual; este año es de 790 pesos).
Además, cuando uno queda libre, debe pagar para rendir. Y a esto hay que agregar lo que se eroga en fotocopias o en libros para estudiar.
En Villa María también se puede cursar en la Universidad Blas Pascal y en la Siglo XXI, que es la más económica.
Laura Garrido, coordinadora del CAU (Centro de Aprendizaje Universitario Biblioteca Rivadavia), sede local de la Siglo XXI, indicó a EL DIARIO que el arancel para Abogacía se halla en 580 pesos.
"Tenemos un sistema de pago más complejo, porque es semestral, tanto en la matrícula como aranceles. Pero si bien el alumno asume esta modalidad, tiene la posibilidad de financiarlo (débito, efectivo y tarjetas de crédito), por lo que en definitiva abona un arancel mensual", explicó.
Garrido agregó que se dicta, en febrero, un curso de nivelación del mismo monto pero que se encuentra bonificado.
En una semana se anotaron 70 personas y se espera superar la cifra de 140. "Nuestra modalidad es distribuida, toma lo mejor de la presencial y lo mejor del sistema a distancia y se conforma esta modalidad media, en la que el alumno no está totalmente solo sino que dispone de herramientas como la teleclase, el trabajo en grupo, apoyo de tutores virtuales y tutores presenciales", resaltó.
Esta casa recibió a muchos estudiantes que emigraron de la Católica, por el costo.