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Olaviaga en el centro, junto a los trabajadores responsables de la producción de carne y leche |
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“Es una barbaridad que la leche que se produce a 50 cuadras del centro, cueste cuatro pesos cuando el productor recibe 1,30 peso. Eso quiere decir que alguien en el medio se queda con lo producido”, dijo Miguel Olaviaga, explicando el sistema que implementaron para la producción de alimentos a través de la asociación de productores con consumidores dejando reducido el sector intermediario a su mínima expresión.
“Es por eso que nosotros no decimos el precio más bajo y la mejor calidad. Hablamos de un precio justo y de una calidad óptima”, dijo Olaviaga.
Los productos presentados ayer en conferencia de prensa llevan la marca “Campo Justo”, en honor al apellido del fundador del Partido Socialista en Argentina, Juan B. Justo.
La iniciativa, gestada desde hace años, procura que el consumidor villamariense tenga acceso a alimentos producidos en la zona y que el productor reciba lo que corresponde por ello.
“Nos reunimos los actores que son víctimas del sistema. El trabajador rural, el productor y el consumidor, que tiene que ir a elegir el menor precio sin poder evaluar calidad, porque sus ingresos no se lo permiten”, dijo.
“Nosotros creemos que hay que respetar al consumidor y proteger al productor”, agregó.
En relación a la marca, señaló que para llegar a esos cortes pasaron “por un largo proceso de equivocaciones y ensayo y hoy tenemos un pequeño módulo inicial”.
Como los de antes
Al referirse a los productos, Olaviaga explicó el proceso de la carne, indicando con detalles la alimentación y la importancia de que “una madre pueda llevar a su hijo a mostrarle de dónde sale el alimento”.
Explicó la diferencia de sus productos con los criados en encierro “y con anabólicos para llegar al peso de faena más rápido, que se pueden distinguir porque tienen un dejo a sabor a carne de cerdo”.
En lo que hace a los lácteos, explicó que se producen en el campo donde está el rodeo lechero, siguiendo normas de calidad estrictas.
En total, tienen 3.000 cabezas y en principio esperan producir carne para comercializar en el centro de compras del Grupo Gesta.
Además, tienen las puertas abiertas para otros productos con una cooperativa de Bahía Blanca.
En definitiva, lo que ofrecen son alimentos como “los de antes”.
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