Sin música, la vida sería un error.
Friedrich Nietzsche

Como ya se habrán dado cuenta esta nota está relacionada a la música. Sobretodo a un músico en particular y una actividad que está llevando a cabo y no muchas veces se sabe. Es por eso que EL DIARIO fue a charlar con Esteban Schaad, un músico y violinista reconocido de la ciudad que está llevando a cabo el proyecto “Orquesta Escuela”, que incluye a chicos de los barrios más carenciados para que aprendan a tocar instrumentos. Pero para saber más de esta actividad, pasen y escuchen…
“El proyecto -relata Esteban- lo tomo de un proyecto madre de Venezuela de hace más de 30 años creado por Miguel Abreu. El lo hizo con el tema de la inserción escolar que la mejoró muchísimo, con las escuelas primarias. De allí que hoy Venezuela es uno de los exportadores Nº 1 de músicos para orquestas. Después se imitó en otros lados y en nuestro país fue Chascomús el primero en hacerlo, hace ya unos 13 años.”
“En Villa María comenzó hace tres años, pero desde 2010 tiene el apoyo del municipio”, comentó.

Enseñar y ayudar

Cabe recordar que Schaad es uno de los creadores de la banda de fusión tango-rock Cetáceos, además de profesor de violín en el Conservatorio y ha formado parte de algunas bandas sinfónicas (como la de Neuquén) antes de volver a su ciudad natal.
Entusiasmado, cuenta sobre esta nueva experiencia: “La movida es muy importante y básicamente se trata de enseñarle a gente que no tiene recursos para comprar un instrumento y tampoco para pagar profes y se le enseña un instrumento para luego formar una orquesta. Ya sea orquestas de cámara, sinfónicas, etcétera, depende del nivel que los chicos vayan teniendo”.
Unos sesenta chicos de entre 3 a 15 años de los barrios Belgrano, Roca, Los Olmos y Las Playas se juntan unas tres veces por semana y los sábados en el Centro de Promoción Familiar “Amadeo Sabattini” para poder llevar a cabo aquello que los apasiona: la música. La misma que sirve como excusa para sacarlos del día a día y sus realidades que no son del todo buenas. En palabras de Schaad, “hay un cierto perfil de alumno, pero queremos que entren todos. Porque el objetivo de fondo es la inclusión social. Acá los chicos vienen y se olvidan de los rollos que puedan tener en sus casas, falta de plata, algún tipo de violencia, y demás”.
Para este momento de la charla la seriedad gana lugar y deja entrever que la Orquesta Infanto Juvenil excedió los límites de la música para intervenir en todos los niveles de la vida de los “pibes”. Ellos no conocían el centro de la ciudad o iban a clases sin zapatillas. Por ello hasta se juntó plata para calzar a varios de los alumnos.

El papel del municipio

“La Municipalidad nos está dando una mano y si bien falta mucho, es importante”, sostiene Esteban, quien sabe que es un “proyecto ambicioso”, pero al que se puede llegar si se mantiene en pie, ya que desea formar la Orquesta Estable de la ciudad.
Vale señalar que Mónica Lazos, responsable de la Secretaría de Desarrollo Humano, colaboró en la planificación de la propuesta. El violinista reconoce: “Lo que el municipio nos dio fueron espacios físicos y prometió subsidios para los instrumentos que queremos comprar. También se hace cargo de los sueldos de los profesores, pero apuntamos a poder sumar más gente”.
“De todos modos -continúa- lo más importante es que nos prometieron que esto sigue más allá de cualquier gobierno y tenemos el apoyo de otros partidos. Esto es importante ya que la idea es oficializar las clases, que los chicos tengan un título y que puedan ver a esto como algo que les dé de comer el día de mañana, algo que mejore sus vidas.”
Sin saberlo Esteban puso su grano bien grande de arena para que cambie la vida de estos chicos. El es su profe y su amigo además de “psicólogo cuando hace falta”. Como dijo Nietzsche: “Sin música la vida sería un error”. Y eso lo sabe Esteban. Eso lo sabe Schaad. Un músico que no se queda solamente en tener su banda y disfrutar de sus shows. Sino que a diferencia de muchos, no quiso mirar para otro costado sin comprometerse y demuestra cada semana, con los chicos más humildes, que su vida sin la música sería un error. Que cumple sus sueños, pero sobretodo que se los cumple a sus “pibes”.

Juan José Coronell
Especial para EL DIARIO