s Responden por plan de viviendas

Señor director:
Con respecto a la publicación de la nota en EL DIARIO de fecha 10 de febrero de 2011, página 7, en la que supuestos damnificados reclaman por haber sido estafados por una constructora de la ciudad que según sus dichos, desapareció, desearíamos aclarar los siguientes puntos:
En primer lugar los convenios celebrados oportunamente con la señora Ruth Manavela y el señor Julio Rivarola y esposa, especificaban claramente la forma de pago: 50% al inicio de la obra, 25% al llegar a la altura del techo y 25% al finalizar la construcción. En ninguno de los casos se cumplieron estos porcentajes.
En el caso de la señora Manavela, se negó a pagar el primer 25%, a pesar de haber llegado nosotros a la altura de las paredes estipuladas en el contrato.
La negación se debió a que ella había llegado a un arreglo con otros albañiles por su cuenta y eso motivó la suspensión de la obra por nuestra parte.
Se llegó a través del auditor y por su mediación a un acuerdo extrajudicial en el que ambas partes estuvieron de acuerdo en que se había construido acorde con el dinero entregado.
La señora Manavela estuvo de acuerdo y firmó el mismo. Cabe aclarar que el acta de conciliación firmada por las partes estipulaba que las mismas no tenían derecho a reclamo alguno en el futuro.
En el caso del matrimonio Rivarola-Romero, se firmó un convenio de construcción por 35 metros cuadrados, medidas que fueron modificadas y llevadas a 45 metros cuadrados por ellos, a pesar de que ya se habían levantado las paredes a un metro y medio de altura, lo que generó lógicamente mayores gastos.
Referente a la faz económica de este convenio, el matrimonio entregó al inicio 10 mil pesos y a los 40 días 16 mil pesos. Estas cifras no llegaban a cubrir el 50% inicial ni las modificaciones nombradas.
Ante la imposibilidad de continuar por falta de recursos económicos por parte de Rivarola-Romero y de las correspondientes entregas según el convenio de construcción, decidimos suspender la obra que quedó construida hasta la altura del techo, incluyendo los servicios de agua y cloacas.
Nuestra pregunta es: ¿reflejan estos casos una estafa?
Aclaramos también que en ningún momento abandonamos nuestras oficinas, por el contrario, nos trasladamos a otra dirección y seguimos teniendo los mismos teléfonos.
Cabe acotar que en el presente descargo nos hemos remitido a describir los hechos tal cual ocurrieron, sin caer en detalles irrelevantes.
Nos reservamos el derecho de accionar como corresponde por las vías legales en ambos casos, en resguardo de nuestros intereses.
Carlos Fausto Estaras
DNI: 7824783