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Bottaro responde a Soberbio
Ante la grave acusación realizada hacia mi persona y en EL DIARIO el 6 de febrero respondo: señor Soberbio, yo no reclamo un equipo de transmisión, yo reclamo la radio que usted me quitó cuando cerró, cambió la cerradura y apagó el equipo de transmisión, olvidándose que sólo usted tenía un 50% y que el resto me correspondía, siendo socio activo con los mismos derechos que usted creía tener.
Le voy a recordar que yo me acerqué a usted porque anteriormente, un intermediario suyo me notificó que tenía sumo interés en comprar la radio. Ante ello hablé con usted para ver qué oportunidad ofrecía. Ahí no supe interpretar sus pensamientos y conductas, porque tiene una manera muy especial de ver y tratar a la gente, aprovechándose de lo que le está pasando al otro.
Quiero decirle a la gente que Soberbio me compró el 50% por una cantidad de dinero que no fue abonado en su totalidad y que la otra parte dejó para integrar un fondo común destinado a cubrir gastos inherentes a la emisora. ¿Dónde fue a parar ese dinero que quedó en sus manos? En cuatro tablas de yeso, un vidrio y un tarro de pintura. ¿Eso es invertir en infraestructura? Porque es solamente lo que usted compró. Con respecto a la antena le digo que esa antena es mía, usted no la compró; tengo los comprobantes en mi poder.
La radio se inició en noviembre de 2001 y permaneció ocho años. De ella obtuve los dividendos para vivir y con la situación del país, siendo una persona que no trató de embromar a otros, busqué una salida adecuada pero lamentablemente caí en el peor lugar ¿de qué salvavidas me habla?
Al poco tiempo de empezar con Soberbio, me propone alquilar la radio a Osvaldo Rinero de Radio Líder. Ante la propuesta de un alquiler por seis meses por el cual Rinero se comprometía a pagar un alquiler de enero y febrero de $2.500, marzo y abril $3 mil, mayo y junio $4 mil, terminando el contrato el 30 de junio de 2010; de la suma mencionada los montos serían el 50% para cada socio (Soberbio y yo).
Además Rinero me propone que yo siguiera trabajando en la radio con un sueldo aproximado de $1.600 y 30% de publicidad. Me pareció una buena propuesta y llegamos a un acuerdo; así trabajé durante enero de 2010, pero cuando en febrero llegó el momento de pago ya Rinero no pensaba igual, manifestándome que solamente podía pagarme $600 y los tenía que generar yo de porcentajes de publicidad. Lo cual no lo acepté y le dije que solamente le alquilaba mi 50% de la radio hasta junio y que no formaba parte de su grupo de trabajo.
Pero para mí las sorpresas no terminaban ahí, porque seguía especulando. Rinero me pregunta que iba a hacer con la radio si se la vendía. Le recordé el contrato firmado por los tres y que decía que en junio él podía renovar el contrato pero no continuar o comprar el 50% de Soberbio y le reiteré que mi parte no se vende. En ese encuentro, Rinero llamó a Soberbio por teléfono, pone alta voz y le comunica que yo no vendía la parte de mi radio. Ahí escuché a Soberbio decir: “Te dije a vos, acá el socio tuyo soy yo, para qué querés un socio seco...”. Eso me paralizó y después me doy cuenta cómo trataban de manipularme y la verdadera intención que tenían era quedarse con mi 50%. Que había algo muy claro entre ellos dos que yo no estaba enterado. Recuerdo que en el contrato no figuraba que la radio estaba en alquiler y que el edificio era parte de su aporte.
Esta es la metodología que Soberbio usa, para hacer sus negocios, a los que después llama “bien habidos”.
Es cierto que en junio le cayó un embargo a la radio a mi nombre, pero Soberbio se olvida que el 8 de marzo me dejó afuera cuando cambió la cerradura sin mi autorización. Y no me permitió continuar trabajando siendo que los elementos que estaban ahí dentro eran mi fuente de ingresos y también me pertenecían, con los cuales yo afrontaba mis deudas. Su acusación de “autoembargo” hacia mí es muy grave, penada por el Código Penal.
Recuerdo que esto fue un negocio particular. Traté de no mezclarlo con lo político. Porque hoy se está poniendo en tela de juicio al señor Elhall, y mañana comen en el mismo plato con Soberbio. Yo tengo cero relación con Elhall padre e hijo y desconozco lo que pueda haber dicho. Y si Elhall manifestó que tuvo que ver con el embargo, también digo que miente.
Gabriel Bottaro
DNI 18250362
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