Once miembros de tres familias fueron asaltados en el paraje rural Pedro Funes por un grupo de delincuentes que, tras maniatarlos y encerrarlos, les robaron 10 mil pesos, 2.800 dólares, teléfonos celulares, alhajas, una camioneta Toyota Hilux doble cabina y otros objetos de valor.
El hecho ocurrió anteanoche en tres viviendas vecinas de dicho paraje rural ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de La Carlota, donde Rubén Ardusso, de 58 años, y su esposa fueron abordados por al menos cuatro delincuentes armados.
El atraco ocurrió a unos 150 metros de la ruta provincial 4, según informó el comisario Mayor Julio César Seimandi, jefe de la Unidad Departamental Juárez Celman.
En declaraciones a medios de prensa carlotenses, Seimandi señaló que los asaltantes redujeron a otras personas, entre familiares de Ardusso y los residentes en las otras dos casas”, y que “las mujeres y los niños fueron encerrados en los baños” mientras se perpetraba el robo.
Entre las 11 víctimas se encontraban dos niños de 2 y 9 años y una beba de seis meses.
“Luego que se fueron los asaltantes, se desataron (...). Los celulares se los habían sustraído, pero alguien se llegó hasta un campo vecino para avisar. No golpearon a ninguna persona”, añadió el jefe policial.
Los delincuentes llegaron al lugar alrededor de las 22 del lunes y esperaron el arribo de uno de los vecinos para irrumpir en el lugar.
Posteriormente maniataron y encerraron a todos en el baño de una de las casas y durante las siguientes dos horas revolvieron las habitaciones de las tres viviendas.
En Pedro Funes sólo queda actualmente una pequeña capilla junto a unas pocas casas en las que vivían las familias de los trabajadores de las ya desaparecidas fábricas lácteas de la zona.

Llega la Policía

Efectivos policiales de La Carlota y de Santa Eufemia acudieron hasta un campo próximo al paraje ante el llamado de un productor, pero cuando llegaron los delincuentes ya se habían dado a la fuga. Sin embargo, lograron secuestrar el vehículo en el que habían llegado al pequeño poblado.
Al parecer, los ladrones se vieron cercados y optaron por escapar en la Toyota sustraída, por lo que abandonaron una camioneta Ford F-100 y otros elementos, tales como una pinza de gran tamaño utilizada para cortar candados y alambrados.
La Policía ya habría identificado a la persona que conducía la camioneta, quien tendría una veintena de causas judiciales y contravencionales, por lo que ahora pesa sobre ella un pedido de captura.