Los deterioros que presentan muchas calles de la ciudad (aún aquellas a las que les colocaron nueva carpeta asfáltica), sin dudas, lideran el ranking de reclamos vecinales.
El constante paso de todo tipo de vehículos, el porte desmedido de algunos y la evidente falta de calidad de los materiales utilizados para reparar o renovar las arterias, conspiran para que las arterias locales estén en la mira de los frentistas que abonan sus impuestos para tener todos los servicios en su barrio.
Como muestra de la problemática que se suscita en muchas barriadas, vale citar el bache de unos dos metros de largo que se extiende en la intersección de las calles San Luis y Martínez Mendoza de barrio Lamadrid.
Un lector de EL DIARIO que aportó fotografías de la desmesurada depresión urbana, indicó que la misma había recibido tiempo atrás arreglo por parte de agentes municipales.
A pesar de la refacción, el pozo volvió a presentar y hasta incrementar su peligrosidad para peatones y conductores que se movilizan cotidianamente por la concurrida zona barrial.
"Ahora está peor que antes", ilustró nuestro informante a la vez que señaló que el bache es "un riesgo para motociclistas y vehículos de carga, que son los que más lo sienten cuando pasan por esa esquina".
Desde Parque Norte, también se escucharon voces de enfado por los accesos, considerados como prioridad por la actual gestión comunal.
Concretamente, las denuncias apuntan al estado de la calzada en el cruce de Independencia y Deán Funes.
Recordemos que tiempo atrás se renovó completamente la traza asfáltica de la ruta pesada.
Hoy, las profundas ondulaciones provocadas por los camiones tienen a maltraer a los que ocasionalmente o todos los días deben pasar por allí.
Otros de los espacios viales, que por sus condiciones motivan indignación, es la intersección de Marcos Juárez y la rotonda de acceso a la ruta 158.
Los pozos y los malos arreglos exigen mucha precaución y destreza para superar el irregular accidente que presenta la esquina.