Escribe: Jesús Chirino
En una Villa María preñada de espíritu peñero visitamos a un artista popular en su casa del barrio San Martín.
Se trata del cantautor Pedro Piedra, cuyos versos también forman parte de la historia de esta ciudad. Nos recibe con su amigable y despojada sonrisa, dispuesto a compartir recuerdos de su andar por el canto.
Los Copleros
Su nombre completo es Pedro Santiago Piedra, nació el tercer día del mes de junio de 1944 y hace ocho años se jubiló, luego de trabajar más de veinte en el municipio local. Su padre, Manuel Rosa Piedra, también fue empleado municipal de Villa María. Su madre, una recordada mujer del barrio San Martín a la que todos conocían como doña Etelvina, se llamaba Jesús Vilches.
El amor de Pedro con la guitarra se inició a los 17 años y fue autodidacta, aprovechaba el apoyo de algunos compañeros a los que les preguntaba para seguir avanzando en el manejo del instrumento. En su juventud, junto a Héctor Facundo Ñáñez, Norberto Mario “Lito” Carriazo y Osvaldo Argentino Valle, integró el conjunto Los Copleros. Esta formación, recuerda Pedro, fue una de las que actúo “en el acto de inauguración del Canal 2, en la calle Corrientes, cuando vino Virginia Luque”, madrina del emprendimiento televisivo local de circuito cerrado. En esa misma televisora, recuerda Pedro, actuó en un programa conducido por Rodolfo Ghezzi.
Los Copleros también participaron en el certamen del Centro Tradicionalista Posta de Ferreyra, “en el concurso que se hizo en el Club Central Argentino, enfrente de donde ahora está el Centro de Transferencia, logramos el segundo puesto y ganamos doscientos pesos”, precisó Pedro.
Escenarios
El hombre se recuesta en la silla, hace un silencio, la mirada se queda en algún recuerdo, la mano derecha pasa por la calva y recién entonces su voz vuelve a traer al presente lo pretérito. Habla de los escenarios que ha pisado en tantos años de canto. Quizás vuelve a escuchar las voces de aquellos animadores que le presentaron ante los diversos públicos: “Aquí Pedro Piedra”. Cuenta cuando ganó, en la ciudad de Bell Ville, el concurso Viva la emoción de Cosquín. “Saqué el primer premio. En el jurado estaban Aldo Monjes y un locutor de LV3, Ricardo Sandoval, que supo tener una peña en el bulevar San Juan de Córdoba donde canté bastante.” También rememora cuando en 1972 ganó el segundo Torneo de la canción de la porteña revista Anahí, representando al Gran Buenos Aires.
En los escenarios se cruzó con tantas grandes figuras del folclore nacional que va desgranando nombres y aparecen Jorge Cafrune, Los de siempre, Los del Suquía, sus amigos Miguel Angel Roble y “el Mono Monje”, también una joven Mercedes Sosa que, dice, “la crucé en un club, en Córdoba, tenía que cantar una hora pero hizo tres temas y la gente no hacía silencio. Se bajó y me dijo ¡qué lástima! ¡qué lástima, hermano, que no me entienden lo que canto! Se levantó, agarró el bombo y se fue”.
Repasa distintos lugares, así recuerda su paso por el escenario mayor de Cosquín, Laborde y su Festival del Malambo, el primer festival de Buenaventura Luna en Jacha, provincia de San Juan; en Chamical, La Rioja; en el Festival de Piedra y Canto de Malagueño donde lo llevó Luis Pérez Pruneda; Río Segundo, República del Uruguay, el Festival del Vino y la Amistad, de Villa Nueva, y tantos otros lugares en donde actuó. Y vuelve a los nombres y lugares locales, así rememora la peña Achalay-Huasi, “en Jujuy esquina bulevar España” donde supo cantar un año y medio seguido “allí me saqué las ganas de cantar, sólo cerraban los viernes”, también trae el nombre de la peña El Palenque en calle Corrientes y Carlos Pellegrini. De los peñeros locales recuerda al “Negro Clavero, el Negro Moreno, Los Haravecos, Ana María Diez y Los Arrieros, entre tantos otros”.
Zambas para Villa María
Un casi imperceptible cambio de voz denota la emoción que le despiertan algunos de sus recuerdos. Así repasa las veces que cantó en el escenario mayor de la ciudad. “Soy un enamorado del folclore argentino. Para mí la guitarra es mi vida. En aquel tiempo era bastante conocido y la gente me apoyaba mucho”. Y es cierto, algunos vecinos al conocer que se escribiría esta nota sobre Pedro Piedra han tenido palabras de reconocimiento y cariño hacia él. Muchos recuerdan las noches de peña animadas por este cantor.
Habla del Festival mayor de la ciudad, de su alegría de haber actuado en él, y manifiesta su visión acerca de la evolución del evento, dice: “Lo original del Festival, no lo que hay ahora, lo que hicieron ahora con el Anfiteatro, algo distinto, para mí era maravilloso. Estaba el quincho y abajo del paredón estaban los camarines y era mucho mejor. El verdadero Festival eran siete noches, y todo folclore, no había cantores modernos…” Recuerda una de las comisiones que manejaba el Festival “eran todos folcloristas, estaba Angel Pérez, Anita Gandón, Hugo Coenda, Flamini, Barrera, de los Haravecos, y el coordinador de todo era el Tito Suárez. Ahora es distinto. Sigo adorando mi Villa María…”Hace un silencio y con un dejo de nostalgia susurra “antes llovía y la gente con sus paraguas abiertos se quedaba y escuchaba el Festival”.
Le pedimos que nos cuente cuándo compuso su Zamba para Villa María: “Lo hice en el año ‘71, vivía en Córdoba, en Marqués de Sobremonte, me ponía a escribir cuando venía de las peñas, mientras tomaba un café. Así la escribí, fue la primera zamba que vino para Villa María, aparte de una zamba que nunca se cantó que la hizo don Fabriciano Britos que vivía en el barrio Rivadavia en la calle 9 de Julio”.
El entusiasmo lo lleva a entonar algunos versos de la zamba de Britos: “Villa María, ciudad divina/ esta zamba te quiero cantar/ porque soy un hijo de tu tierra/ que al latir de un bombo en mi corazón…” y continúa tarareando la pieza musical que nombra El Rosedal, la Virgencita de Pompeya y otros hitos de la ciudad. Aquí es oportuno recordar que la reconocida zamba de Otero Wilson y Hernán Figueroa Reyes fue presentada en 1973.
En un folleto del noveno Festival Nacional de Peñas Folclóricas, de 1976, se publicaron las letras de las zambas “Para Villa María”. Por un lado la de Wilson y Figueroa Reyes y, por otro la de Pedro Piedra que en aquella edición actuaba la tercera noche del encuentro musical, el lunes 5 de enero. Para esa noche el folleto anunciaba que estarían en el escenario los Tucu Tucu, Luis Landriscina, Los Hermanos Cuesta, María Ofelia, Aldo Monjes y Chacho Santa Cruz, entre otros. También se anunciaban proyecciones en color en el microcine instalado en zona de los quinchos. En aquella oportunidad la presentación de los números artísticos fue responsabilidad de Carlos Franco; Miguel Angel Borsatto y Mario Luna.
Pedro Piedra dice que ya no canta, salvo con su familia. Igual nos entona su zamba para su ciudad: “Hoy he vuelto contento,/ con alegría,/porque quiero cantarte/ciudad de Villa María.../.
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