Fue el comentario: muchos adultos mayores ingresaron al coloso de cemento de la costanera con entradas gratuitas, pero un porcentaje importante quedó en la popular, apretados entre la muchedumbre.
“Fue muy incómodo para ellos”, indicaban varias personas.
Las tribunas conocidas como “el gallinero” quedaron abarrotadas el sábado a la noche.

El sonido que se escapa

En las populares, muchos se quejaron por el sonido. “No se entendían los chistes de Midachi”, dijeron quienes estaban en las tribunas.