“El corazón cordobés te saluda querida Patria...” El grito del maestro de ceremonias Miguel Angel Borsatto se mezcló con el estruendo de los fuegos artificiales. Los fríos y los exteriores disparados en forma conjunta, surgiendo desde el escenario, llenando de fervor a la platea.
“Aquí nace una fiesta orgullosamente local.” Fue el comienzo oficial de la tercera noche del 44º Festival de Peñas. Minutos antes de la tradicional apertura del “Gringo”, la voz de Teresa Parodi se había filtrado entre las butacas y el flamante techo cautivando a la luna, ese testigo fiel del espectáculo.
La gente fue entrando lentamente al coloso, mientras una multitud se concentraba en las inmediaciones dispuesta a disfrutar la fiesta. La previa, bajo la conducción del Negro Luna, mostró en el escenario la emoción del grupo local La Cantarola y seguidamente la magia de las cuerdas vocales de Parodi que conquistó el espacio con sus canciones. “Pedro, canoero”, “Cuando tenga la tierra” fueron algunos de los temas que la artista regaló en el escenario Hernán Figueroa Reyes.
Pasada las 22.10 Borsatto abrió el corazón de la peña y el malambo interpretado por los bailarines del Instituto de Arte Popular, dirigido por Carina Bonoris, preparó la escena para recibir a los números principales de la noche.
Catamarca, Bell Ville, Venado Tuerto, Armstrong agitaban sus letras en los carteles de un público que no dudó en aplaudir el nombre de sus artistas preferidos a medida que los locutores Sergio Zuliani y Geo Monteagudo difundían el programa de domingo.
Traje azul, camisa blanca y el conocido “Milagro del Bar Unión”. Jairo pisó la escena y recibió el calor popular. Un Anfi, casi colmado, le dio la bienvenida al cordobés que dejó sus clásicos. Caballo loco, Carpintería José, El ferroviario fueron parte del repertorio que el cantante brindó en Villa María.
Uno de los momentos más emotivos se vivió cuando hizo un homenaje a la desaparecida María Elena Walsh. “Fue sol y luz para chicos y grandes”, dijo Jairo entonando las vibrantes estrofas de Serenata para la tierra de uno.
Como otros artistas, Jairo también hizo referencia al techado del Anfi y declaró su “sorpresa de encontrar el recinto tan cambiado”. En la VIP escuchó sus palabras el intendente Eduardo Accastello acompañado por su par de Córdoba, Daniel Giacomino y el conocido productor televisivo Claudio Villarroel.
Los que esperaban el Ave María, se quedaron con las ganas. Jairo hizo un homenaje a los muertos de Formosa con Antiguo dueño de las flechas y dejó la escena con Chacarera de las piedras ovacionado por un público que lo despidió de pie.
Abel Pintos, consagrado en Viña del Mar, fue el siguiente número. Sombrero negro y traje al tono arrancó suspiros de las damas en cada una de las canciones románticas que interpretó de su álbum (disco de Oro) Reevolución. El músico local Fabricio Rodríguez compartió el escenario con él y se llevó una cuota del amor profesado a Pintos por jóvenes y maduras.
Manuela Mercaú hizo un par de canciones mientras la gente preparaba sus palmas para la fiesta que prometían, al cierre de esta edición, Los Tekis y luego El Chaqueño, León Gieco, Cacho Buenaventura.