La cita era a las 24 en ATE y los que asistían sabían que la fiesta iba a estar asegurada. Por un lado La Pata de la Tuerta, una banda cordobesa más que importante e interesante. Por el otro la Fundación Educarnos que juntaba alimentos no perecederos para el programa "Ayudanos a ayudar" y poder canalizar esas ayudas en alguna institución específica. En el medio la gente que se llegó para vivir una noche diferente, porque todo estaba dado para eso.
Cerca de la una de la mañana las banderas del colectivo de mujeres Las Juanas Villa María aseguraban que el compromiso social también se vería y se pintaría. Con unos paneles y la participación de quienes quisieran intervenir daban cuenta de que cada uno se podía expresar y formar parte. Se plasmaron frases como “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, “Todos los colores el mismo derecho”, “Has del respeto a la mujer una costumbre” junto a la bandera multicolor aymara aportaban más atractivos a la experiencia vivencial.
En la mesa de entrada se cobraba sólo dinero o se lo acompañaba con un alimento no perecedero que se acumulaba en la mesa donde los responsables de la Fundación Educarnos hablaban con la gente. Allí explicaban temas tales como que la filial local hace rato que viene haciendo estas “movidas” y que el mes que viene, uniéndose a todas las representantes del país, enviarán útiles a escuelas de Salta. También aseguraron que por mes, junto a Esteban Schaad y su Colectivo Gitano, harán un show de estas características con la misma temática. Esteban es el músico villamariense que organiza y prepara desde hace ya un tiempo este tipo de eventos que tienen a la solidaridad como uno de los actores principales.
“Filantropía pura”, aseguran desde la fundación y no hay dudas. Tampoco las hay de que La Pata llegó con su fiesta para hacer lo que más sabe y más les gusta. Tocar, bailar, divertirse y ayudar. Así lo asegura Pablo, uno de sus integrantes, quien comenta que hicieron varias actuaciones de este tipo.

Buena Pata

Ahora bien, es momento de comentarle a los villamarienses quienes son los chicos de La Pata de la Tuerta.
Ellos se formaron en 2001 y fueron cambiando hasta llegar a lo que son hoy. Influenciados primero por el rock, el ska, la música balcánica y el reggae, comenzaron a acercarse a la música latina y especialmente a la cumbia. Con participaciones en Cosquín Rock y dos CDs son una de las bandas más conocidas en Córdoba. Y no sólo cuando suben a cantar vestidos con polleras cual escoceses llaman la atención. Tampoco que su nombre lo sacaron de una pintura de una señora con esos atributos. Sino que hace un par de años para presentar su último CD, "Macumbia", se pasearon por la capital cordobesa en un camión y tocando en vivo. Dicho álbum se declaró de interés municipal y es uno de los que presentaron el sábado pasado.
Comenzaron cerca de las tres y siguieron hasta bien entrada la noche con temas como "Vida feliz", "Cumbia pasajera" y un repertorio donde no faltó la alegría, el baile, pasar entre el público tocando sus instrumentos y su acto de buena fe pensando en el prójimo. De la misma manera que lo hacen cuando en algún escenario brindan todo de sí para que se llene de color y de goce.

Juan José Coronell
Especial para EL DIARIO